Mi primer ordenador tenía la pantalla negra y las letras verdes. Ahora lo tengo en un rincón delante de mi biblioteca y escribo con la agenda a mano, libros y muchos papeles a mi alrededor. Me encanta viajar. De niña ya me gustaban más los trenes, coches, aviones y motos de hojalata que las muñecas de porcelana. A los que conservo de mi niñez se han ido sumando otros comprados lejos de España. Me encanta mirarlos y hasta les doy cuerda de vez en cuando para ponerlos en marcha. ...
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