A veces una campaña te emociona a simple vista, la belleza que irradia, la grandiosidad convertida en simpleza, la abundancia en sencillez y entonces el oro parece que no sea más que algodón. Estas imágenes de Malagosia Bela para Vogue París me trasladaron a otra dimensión, a otra época.
El Barroquismo extremo me llevó a dos lugares: a una Maria Antonieta a la que se le traspapelan los siglos y a mi mísma de pequeña abriendo el joyero de mi madre. Y poniéndomelo todo, y sentándome a la mesa disfrazada de marquesa y sintiéndome mayor y más guapa solo por un ratito.
Y quería compartirlas von vosotr@s y ojala también os hagan soñar.
Styling: Gèraldine Saglio
BesitosErika
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