Hasta hace relativamente poco, la ciencia creía que los pacientes con daños cerebrales graves no podían responder ante estímulos externos. En los últimos años se ha demostrado que la inconsciencia no siempre va asociada al estado vegetativo. Hay estudios que consiguen que los pacientes se comuniquen a través de pruebas que monitorizan sus pensamientos. En 2010, un equipo dirigido por el doctor Adrian Owen, un neurocientífico británico de la Universidad de Ontario, consiguió que los participantes de su estudio respondieran a preguntas sencillas. Para ello trabajaron con los pacientes para asociar un tipo de pensamiento, el cual activa una zona del cerebro, con la respuesta «sí»; y otro tipo de pensamiento, el cual activa otra zona completamente diferente, con el «no». Varios pacientes consiguieron responder a las preguntas siguiendo esa fórmula.
El innovador estudio utilizó complejos escáneres creados «ad hoc» que complican que este tipo de pruebas se generalicen por su elevado coste. Ahora Owen y su equipo han dado un paso más. En su último estudio, realizado en las universidades de Cambridge y Lieja, han demostrado que se pueden obtener resultados similares utilizando sencillamente un electroencefalograma, al alcance en cualquier hospital. En esta ocasión, los doctores pidieron a sus pacientes que imaginaran primero que movían los dedos de las manos y después los dedos de los pies, ante lo que tres de los dieciséis pacientes mostró actividad cerebral. «Fue posible detectar que estos pacientes estaban conscientes a pesar de haber sido diagnosticados como completamente inconscientes», señaló Owen.
Con esta prueba, Adrian Owen ha hecho patente que muchos de los diagnósticos que determinan si una persona está en estado vegetativo son erróneos y espera que al hacer más preciso el diagnóstico también se pueda mejorar el tratamiento de estos pacientes.
**Publicado en "ABC"