Justo antes de su desfile masculino de invierno en París, Louis Vuitton nos abre las puertas de su showroom en Madrid para ver de cerca la colección femenina de Primavera/Verano 2012.
En un ambiente luminosos y cálido, comprobamos como el verano con más allure puede galopar en mitad de las gélidas temperaturas de la capital… Y, si bien es cierto que el galope de este carrusel ideado por Marc Jacobs lo dirigen prendas de silueta generosa, ligera y con diversidad de texturas y apliques; el trote lo marcan unos complementos tan delicados como magistrales.
Los bolsos emblemáticos de la casa se reinterpretan una vez más. En esta ocasión, nuestro favorito, el Speedy, lo hace en dos versiones más achatadas, con asas o bandolera; ambas en denim tono pastel y con el Monogram bordado en hilo de plata.
Nos embaucan especialmente los zapatos de salón vuelven a su versión más estilizada con punteras alargadas que son el espejo de las prendas superiores y contrastan con la versatilidad de texturas como el charol, el ante, la seda o las pieles nobles.
Tras palpar estas obras de arte, sólo podemos evocar las palabras de Marc Jacobs:
“Algo muy bonito y muy dulce, algo realmente amoroso”.
Y todo este espíritu dulce de la temporada culmina en el emblema artesanal de toda la colección, el Minaudiere. Un bolso cuyo mosaico monogram está elaborado a partir de 12.500 fragmentos de concha.
Imágenes: Louis Vuitton y Lucía Pardavila