Llegué a casa a las tantas de la noche, después de un día agotador, dispuesto a enseñarle el piso a un compañero de trabajo que me había pedido verlo en varias ocasiones.
Abrí la puerta de mi piso y vimos a mis guiris. Me quedé de piedra y sólo acerté a decir:
-Pero, ¿qué estáis haciendo los dos en el sofá?
Fue un momento violento.
Foto: Imagen promocional de la obra "El diario de Supermán". Imaginad cómo continúa la historia de la foto y entenderéis lo que estaba pasando cuando yo entré en casa.