Los casos de los dos pilotos son muy distintos, con Räikkönen habiendo decepcionado en su vuelta al equipo que le coronó en 2007 y con Alonso siendo una pieza codiciada que aparentemente McLaren quiere en su etapa con Honda. Con la temporada llegando a su punto de ebullición en cuanto a fichajes se refiere, las decisiones se empezarán a tomar en breve (si es que no están ya tomadas).
Para Ferrari, la de 2014 ha sido una temporada convulsa con las marchas de Stefano Domenicali, Luca Marmorini y Luca di Montezemolo como principales cambios. Los rumores decían que los pilotos podían ser los siguientes en pasar por el "túnel de lavado" italiano y que en 2015 podría haber incluso un cambio de alineación completa.
Además, el fallecimiento de Emilio Botín con todo lo que ello puede suponer en cuanto al futuro del patrocinio del Banco Santander ponían en duda el futuro de Alonso en particular. Pero de hecho, para Ferrari parece ser necesario mantener a Alonso por lo menos a corto plazo. Si una marca como Ferrari no puede convencer al español de que pueden darle un coche ganador, ¿qué credibilidad tendrían?
Esto podría complicar los fichajes de personal técnico e incluso la llegada de nuevos patrocinios, lo que no sería bueno para el equipo. Marchionne declara que ambos pilotos van a continuar, a pesar de los rumores. Insiste en que son dos grandes pilotos y que además son el núcleo de su proyecto. Confía en que si se les da un coche competitivo, estarán ambos arriba.
Adicionalmente, parece que Marchionne está dispuesto a derivar el dinero que sea necesario para que Ferrari vuelva a ganar. Esto podría convencer a Alonso de quedarse a pesar de la aparentemente espectacular oferta de McLaren y Honda, mientras que el mánager de Räikkönen, Steve Robertson, recuerda que el contrato del finlandes es con Ferrari, no con Montezemolo.