En declaraciones al sitio web de la Scuderia, el director técnico James Allison, declaró: "Llegamos a Sakhir con una larga lista de pruebas que realizar: quisimos maximizar el tiempo en pista, trabajando ordenadamente para estar listos para Melbourne. Tengo que decir que, quitando la mañana del tercer día, eso es lo que hicimos", dijo el ingeniero.
El equipo continuó con su programa técnico y siguió trabajando en la puesta a punto de todos los elementos innovadores del F14 T. "Hemos trabajado para entender cómo obtener lo mejor del embrague de 2014 y para poner a punto el sistema nuevo de frenada por cable", continuó Allison.
"Analizamos en detalle la temperatura de los fluidos, una parte fundamental del reglamento de este año, e intentamos maximizar el rendimiento del nuevo ERS para la recuperación y descarga de energía. Como esperábamos, incluso tuvimos tiempo para empezar a pensar en los reglajes, realizando diversas pruebas para tratar de encontrar el mejor compromiso entre el equilibrio del auto y el comportamiento de los neumáticos. Continuar con este trabajo será una parte importante del programa para los últimos cuatro días en Bahrein", expresó el director técnico.
De las palabras de Allison extraemos que la fiabilidad será crucial en 2014. La Scuderia Ferrari ha estado trabajando hasta este momento en este tipo de rendimiento y lo seguirá haciendo en la última sesión de entrenamientos, para la cual también hay programadas algunas pruebas aún más duras.
"Para los últimos cuatro días, en nuestro programa está previsto llevar el auto a condiciones cada vez más extremas, como las que se viven en carrera, ofreciendo a los pilotos la oportunidad de comenzar a centrarse en el ritmo que llevarán durante toda la temporada y sometiendo al auto al máximo esfuerzo, tratando de verificar su comportamiento", finalizó el británico.
Los entrenamientos se reanudarán el jueves 27 de febrero y finalizarán el domingo 2 de marzo. Después de eso, la próxima vez que los autos volverán a pisar el asfalto de un circuito será el 14 de marzo, viernes del Gran Premio de Australia, cuando las cosas empezarán a ponerse realmente serias.