Se estima que la gripe afecta al 15% en adultos, al 35% de los preescolares, al 30% de los escolares, y hasta a un 50% de los niños que acuden a la guardería. Según explica el doctor Ramón Cisterna, coordinador de la GRUPO de ESTUDIO de la GRIPE y jefe del Servicio de Microbiología Clínica y Control de la Infección del Hospital de Basurto (Bilbao), esto se debe a que los niños "son la principal fuente de transmisión del virus de la gripe, tanto en el domicilio como en la comunidad".
Con motivo de los resultados de la sexta oleada del GRIPÓMETRO, según los cuales el 40,2% de los mayores de 65 años ya se ha vacunado frente a la gripe, este experto ha recordado que las personas en las edades extremas, es decir, la niñez y la vejez, son quienes tienen un mayor riesgo de hospitalización derivada de complicaciones de la gripe. Así, el doctor Cisterna insiste en la necesidad de sensibilizar al personal sanitario y a la población en general –entre ellos a los padres-, sobre la relevancia de la inmunización en menores, "ya que constituye la medida más beneficiosa que podemos adoptar tanto para proteger a los más pequeños y evitar las hospitalizaciones, como para que no diseminen el virus".
En este sentido, los expertos recomiendan la promoción vacunal en la edad infantil, especialmente entre los 6 y los 24 meses, una etapa en la que la gripe adquiere su mayor incidencia. "Los niños y jóvenes presentan las tasas de ataque más altas en períodos epidémicos, oscilando entre el 15-42%", comenta Cisterna. "No obstante, la gripe ha sido tradicionalmente infradiagnosticada en esta población a causa de su clínica inespecífica y solapable con otros virus respiratorios".
-Vacunarme yo, proteger a los de mi alrededor
Los estudios epidemiológicos realizados demuestran que la población infantil es la responsable de la introducción, difusión y, probablemente, del mantenimiento de la gripe en la comunidad, por ello, insisten en que "la vacunación de este grupo de riesgo también es clave para frenar la propagación del virus entre la población general". Asimismo, este experto considera que "es necesario sensibilizar más al pediatra sobre cuál es su papel en el proceso de prevención de la gripe y sus complicaciones. El objetivo de la gripe no es sólo protegerse a uno mismo, sino a los demás, especialmente si se convive con personas mayores o enfermos crónicos. Además, mejorar el diagnóstico precoz evitaría el uso innecesario de pruebas complementarias".
Por otro lado, el GRUPO de ESTUDIO de la GRIPE ha querido hacer especial hincapié en la necesidad de ampliar la cobertura vacunal también a los adultos -padres o cuidadores- que conviven con niños y adolescentes que pertenecen a los grupos de riesgo (con diabetes, asma, entre otras patologías), así como al entorno familiar de lactantes menores de seis meses, ante la imposibilidad de que éstos reciban la vacuna.