La indicación de esta cirugía está encaminada a los pacientes con acúmulo de grasa, debilidad de la pared abdominal o flacidez de la misma. Normalmente se trata de pacientes que tras el embarazo no han podido recuperar la silueta. O pacientes que tras perder peso les ha quedado una gran flacidez abdominal.
La intervención, no es compleja. Todo lo contrario, es una operación sencilla. El inconveniente que tiene es que exige un periodo de recuperación bastante largo (3 semanas) y pesado (por la inmovilización que conlleva) y que lógicamente dejamos una cicatriz que no es pequeña.
La abdominoplastia requiere una cirugía entre 1,5 y 2,5 horas. Puede prolongarse un poco más si se asocia a liposucción de la espalda y los laterales (cosa que suele ser bastante frecuente). Necesita una hospitalización entre 1 y 2 días y un periodo de recuperación hasta poder realizar una vida medianamente normal de 3 semanas. Bien es verdad que la infalmación va a permanecer durante 2-4 meses y que no podrá realizar ejercicio físico hasta 1,5 meses después de la intervención.
El paciente logrará un abdomen no sólo más plano sino también más firme, así como una cintura más estrecha. En la mayoría de los casos, además, los resultados son definitivos, siempre y cuando se acompañe de una dieta equilibrada y ejercicio periódico. Por tanto, tanto para esas mujeres que han pasado varios embarazos o para esos pacientes que han sufrido cambios drásticos de peso, la abdominoplastia puede ser una solución adecuada.