¿EN QUÉ CONSISTE LA REHABILITACIÓN POST COVID?
Según estudios de la OMS los pacientes que desarrollaron un cuadro clínico crítico por COVID-19 presentan secuelas respiratorias, neurocognitivas y psicológicas.
Aunque algunos de los efectos a largo plazo del COVID-19 son todavía desconocidos, un porcentaje menor de pacientes presentan dificultades para realizar actividades que previo a su contagio eran normales. Para ellos, volver a una actividad plena después de la enfermedad les resulta más difícil de lo esperado, debido a que se trata de una enfermedad infecciosa que puede causar importantes disfunciones, a corto, mediano y largo plazo.
En este sentido, también hay una variación en los síntomas que presentan cada paciente. Algunos presentan cuadros leves, otros moderados y la minoría cuadros severos. Algunos de los que presentan cuadros moderados (10% del total de los infectados que requiere internación en sala de clínica médica) desarrollan manifestaciones que requieren soporte de oxígeno y seguimiento en internación. Aquellos que desarrollan un cuadro clínico crítico (5% del total de los infectados y requieren UTI) presentan neumonía viral bilateral, pudiendo evolucionar con una insuficiencia respiratoria aguda y la necesidad de asistencia ventilatoria mecánica. Quienes requieren AVM pueden desarrollar síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), falla multiorgánica, alteraciones de la coagulación, insuficiencia renal, tromboembolismos, entre otras complicaciones. Según diversos estudios de la OMS, aquellos pacientes que alcanzaron un nivel grave pueden presentar secuelas diversas como las respiratorias, cardiológicas, renales, neurocognitivas, y habitualmente, psicológicas producto de una internación prolongada.
Frente a este nuevo escenario de creciente necesidad de atención, y con la experiencia y especialización del Centro Médico Integral Fitz Roy, se creó la Unidad de Rehabilitación Integral para acompañar de forma integral, y por medio de un abordaje multidisciplinario, a pacientes sub-agudos y crónicos en su proceso de reinserción familiar, social y laboral, tanto en su internación como en la rehabilitación ambulatoria.
“El mayor desafío en el camino del proceso de rehabilitación es obtener el máximo nivel de independencia de los pacientes, teniendo en cuenta sus capacidades e intereses y buscando siempre mejorar su calidad de vida” afirmó Luciano Daneri Ghizo (MN 7058), Jefe de Rehabilitación del Centro Médico Integral Fitz Roy.
Con las características de esta enfermedad, el tiempo adquiere un nuevo valor. En aquellos pacientes que ya la superaron, el objetivo de la rehabilitación intensiva, a través de un tratamiento adecuado y personalizado, es mejorar su estado clínico y recuperar la autonomía en el menor tiempo posible. El tratamiento apunta a la recuperación integral del paciente, desde lo motor, lo respiratorio, lo cognitivo, y las habilidades de comunicación del paciente entre otros.
“En este trabajo interdisciplinario, cada una de las áreas especializadas (fisiatría, kinesiología motora y respiratoria, fonoaudiología, psicología y psiquiatría, nutrición, neumonología, neurología, rehabilitación neurocognitiva y enfermería especializada en rehabilitación) siguen los objetivos determinados con el fin de lograr una óptima recuperación que permita la mayor independencia funcional de la persona” concluyó el especialista.
Asimismo, el Centro Médico Integral Fitz Roy brinda el servicio de rehabilitación integral post COVID-19 para ART. Se trata de una rehabilitación integral y reinserción laboral temprana pensado para acompañar a todos aquellos trabajadores que hayan sufrido la enfermedad.
En conclusión, la preocupación principal es la recuperación funcional del paciente. El diagnóstico personalizado y rehabilitación, son los pilares básicos para retomar la vida del paciente pre-covid.
Fuente: Consenso Salud