En quince años la mujer española ocupará en la investigación el puesto que le corresponda

Por Fat

El Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud ha celebrado su cuarto aniversario en la sede madrileña de la Real Academia de Medicina, con intervención de dos prestigiosas personalidades de la investigación y la ciencia.
Después de palabras de bienvenida de Ricardo Martí Fluxá, presidente del Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud, la ponencia de Margarita Salas, investigadora del Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” de Madrid, bajo el título de “Mujer y Ciencia”, resaltó “el abismo que se abre entre una situación pasada, en que la mujer era una “rareza” en la actividad científica española, y la actual, con una mayoría de mujeres, en nuestros centros de investigación. Pero todavía nos falta un trecho para llegar a la meta del completo reconocimiento”.
Margarita Salas se remontó a las primeras antepasadas de la Edad de Hierro, iniciadoras de la ciencia química a través de sus trabajos de mezclas para conseguir cerámicas, esmaltes e, incluso, cosméticos. Pero corrió mucho tiempo, y hasta la revolución científica del siglo XVII no ingresaron las mujeres en el mundo científico, no solamente en algunas regiones de Italia, donde su participación en el mundo de la ciencia había sido admitida y respetada, sino también en países como Inglaterra y el norte de Europa, donde los impedimentos a la instrucción femenina eran muy fuertes.
Añadió Margarita Salas que “en quince años la mujer española ocupará en la investigación el puesto que le corresponda de acuerdo con su capacidad y trabajo. Y ello debe conseguirse sin discriminación, ni positiva ni negativa: estoy en contra de las cuotas que tratan de forzar la paridad.”
La ponencia del Dr. Manuel Martín-Loeches, responsable de la Sección de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto Universidad Complutense-Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humanos, bajo el título “La especie sensible”, se extendió sobre “el cerebro humano como órgano social”, afirmando que “una de las fuerzas más importantes que ha llevado al ser humano a ser distinto de otros animales es, seguramente, la fuerza de lo social. Nuestro cerebro ha ido evolucionando y se ha convertido en un órgano especializado en entender la mente de los otros y en trabajar para que los demás nos entiendan. Ahí está la clave que nos diferencia de otras especies animales.”
Explicó Martín-Loeches que el cerebro tiene la capacidad de reproducir internamente los acontecimientos sociales, de manera similar a como si el propio individuo ejecutara no sólo su papel, sino el de aquellos con quienes se relaciona.
“Afirmación que queda demostrada cuando constatamos las reacciones de nuestro cerebro ante las expresiones de los demás, ante lo que pueden estar pensando o ante sus intenciones. De esta forma, se aprecia que distintas zonas del cerebro se van activando en función de lo que creemos que el otro está pensando”.
Según Martín-Loeches, “nuestro cerebro se convierte así en un órgano perfecto para entender los estados emocionales, los pensamientos y las intenciones ajenas, abriendo por tanto las puertas a la manipulación eficaz de los objetivos e intenciones de los otros”. Concluye Martín-Loeches afirmando que “en la evolución del cerebro, el desarrollo de estos dispositivos de simulación de la realidad social es tan importante, que puede considerárseles entre las razones principales que hicieron surgir el lenguaje humano”.
En palabras de clausura, y tras resaltar los objetivos de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, que engloba el Instituto Tomás Pascual Sánz y el Centro de Investigación en Valores (CIVSEM), Sonia Pascual Gómez-Cuétara, en nombre de toda su familia, agradeció a los ponentes su labor en el mundo de la investigación y su capacidad para explicarla, porque “saber divulgar es otra manera de hacer ciencia”.
Margarita Salas, licenciada en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid, ha publicado centenares de trabajos científicos y fue discípula de Severo Ochoa, con el que trabajó en los Estados Unidos después de hacerlo con Alberto Sols en Madrid.
Margarita Salas pertenece a varias sociedades e institutos nacionales e internacionales, colaborando y siendo miembro del consejo editorial de publicaciones científicas. Entre sus galardones figuran el de "Investigadora europea 1999" por la Unesco y el premio “Jaime I de investigación” en 1994. Directora del Instituto de España ,organismo que agrupa a las Reales Academias, del 1995 al 2003, en la actualidad es investigadora Ad Honorem en el Centro de Biología Molecular "Severo Ochoa", centro de investigación mixto del CSIC y de la Universidad Autónoma de Madrid.
Manuel Martín-Loeches es profesor titular de Psicobiología de la Universidad Complutense de Madrid y responsable de la Sección de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto Universidad Complutense-Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humanos. Siempre estudiando el cerebro y la cognición humana, realizó una estancia post–doctoral en la Universidad de Konstanz (Alemania) y varias otras posteriores , como en la Humboldt de Berlín y en el Wellcome Laboratory of Neurobiology, de Londres.
Martín-Loeches ha trabajado sobre el funcionamiento del cerebro en temas como la atención, la memoria y, especialmente, la comprensión del lenguaje. Todo con el objetivo de entender mejor el cerebro de nuestra especie y descubrir aquello que le hace único. Buena parte de sus investigaciones se ha centrado en la disfunción cerebral que acompaña a trastornos como la esquizofrenia, el trastorno obsesivo-compulsivo o la enfermedad del Alzheimer.