Las labores comprenden corte, arrimado y eliminación de los materiales excedentes, además de los reforzamientos en puntos vulnerables de ambas cuencas para impedir desbordes y daños a las zonas de cultivos.
El plantel técnico del Gobierno Regional de Lima tiene proyectado acabar con la limpieza de cauce, en ambos afluentes, para mediados de diciembre; considerando que la faena es una prioridad porque facilitará el libre desplazamiento del recurso hídrico, evitando que provoque inundaciones y dañe nuevamente viviendas, puentes, cultivos e infraestructura de riego.