23 feb. 2016
Si hay una pareja de colores con la que siempre se acierta (no solo en decoración, la moda es otro caso muy evidente), ese es el binomio cromático blanco-negro. Y si además, para romper un poco la monotonía, le añadimos algunas (no demasiadas) pinceladas de otras tonalidades suaves (los colores pastel nunca fallan) y lo aderezamos con piezas de mobiliario de madera, la elegancia está asegurada. Eso es lo que han hecho Annette y Michael, ambos dedicados al mundo del interiorismo, con su vivienda (una hermosa casa de ladrillo de 1861) en la localidad sueca de Lund, al sur del país. Cuando dieron con ella estaba en muy mal estado, así que emprendieron una reforma en la que intentaron salvar todo lo posible de la arquitectura original, sobre todo el suelo de madera. La decoración es una sabia mezcla de mobiliario industrial y vintage, con algunas piezas de diseño, sobre todo de los años 60. El resultado es un estilo ecléctico armonizado por el blanco y el negro que dominan visualmente y que consigue una vivienda elegante, de una gran beleza sin estridencias. ¡Me encanta todo, pero el baño especialmente! ¿Y a vosotros? Procedencia de las imágenes: Elle Decor Sweden