En una discusión ponte en el lugar del otro
Por Ana
Esas discusiones en las que cada parte nos atrincheramos en nuestra posición, no cediendo ni un poquito nuestra postura, no nos aportan nada positivo. En este tipo de discusiones cada parte sabe perfectamente lo que piensa y tratar de convencer al otro es tarea imposible. Lo que suele ocurrir es que cada vez los argumentos son más radicales y al final de la discusión se está más lejos del otro que al principio. Encima tendemos a subir el volumen de la voz, a interrumpir al otro, a hablar más deprisa, no escuchamos solo estamos pendientes de lo que queremos decir nosotros, se nos sube la tensión y nos puede dar hasta un infarto. ¡Qué tontería! Si nosotros ya sabemos lo que pensamos. No sería más sensato atender al otro para conocer su opinión, pero escuchándolo con atención, comprendiéndolo, poniéndonos en su piel. De esta manera sacaremos cosas positivas, por lo pronto no nos alteraremos, conoceremos a la persona de enfrente un poco más y esta se sentirá escuchada y puede que incluso al final pueda aceptar algunas de nuestras ideas. Y si no las acepta ¡qué más da!El consejo 34 de Gurdjieff a su hija fue:
En una discusión ponte en el lugar del otro