Decía mi bloggera preferida y parece que retirada (supongo que por trabajo) que los hombres preferimos a las tías locas. Tiene razón. Queremos tías que hacen creer ser hijas o alumnas perfectas…pero no lo son. Las que parecen felices y de repente se ponen a llorar. Las que rompen a reír cuando algo les hace gracia y a gritar cuando algo no les gusta. Las que te queman la casa y vuelven al día siguiente como si no hubiese pasado nada. Si fuese el típico psicólogo que pretende poner nombres a cosas que siempre existieron podríamos llamarlo labilidad emocional. Pero creo que con el tiempo nos cansamos.
“Her” muestra lo que posiblemente el hombre busca en su derrota. Joaquin Phoenix hace de depresivo, cansado, abatido, que harto de esos cambios de la ex mujer se acaba enamorando de una máquina, de una voz. Hace de tipo gris, nostálgico. La nostalgia convierte a las personas en seres tristes. Conviven para siempre con esa pena, como si fuese una parte más de sus vidas. ¿Cómo estás? Triste. La ex mujer es casi, casi una mujer perfecta. Escribe y, por tanto, está loca. No se puede escribir estando bien de la cabeza. Y le viene a decir algo así como: “es normal que acabes con una máquina, te da miedo vivir”. Sentir, pasar por los vaivenes emocionales que cualquier mujer digna de enamorar a alguien tiene. Porque aquí no hablamos de locuras malas, hablamos de gente, de tías que están locas por vivir.
¿No se enamoraría usted de ella?
La idea de la peli es genial (y es muy factible que pase en pocos años) aunque creo que el guión de la relación sistema operativo- depresivo podría mejorarse. Pero quedémonos con eso. Con esa duda. ¿Hay que luchar y pelear siempre por estar con las mujeres que realmente nos gustan, aquellas que nos hacen sentir que la vida merece ser vivida aunque nos pongan al borde del abismo o hay que conformarse con llevar una vida anodina de cena y cine durante el resto de nuestros días esperando que un perro y unos hijos nos vayan cubriendo de vulgar rutina? Y si eres mujer también puedes hacerte esa pregunta. Porque vosotras locos no, pero os gustan golfos.
En el término medio dicen que está la virtud. Pero es tan pequeño ese lugar…
Enamorarse de una voz…