Lo primero fue pintar, tanto la madera como las pantallas, con pintura a la tiza color blanco. Los brazos y la cadena eran ya de ese color, lo que aligeró mucho la tarea.
Antes de jubilar definitivamente este mini pijama (que ya ni nos cabe, todo hay que decirlo...), decidimos recortar el encaje de adorno.
Aquí veis parte de los trozos que conseguimos, así como las pantallas pintadas y con las flores que las adornaban en origen, ocultas.
Con la pistola de silicona fuimos pegando el adorno, con la suerte de que la puntilla era elástica y pudimos ir estirándola según las necesidades.
Unos cristalitos por aquí y por allá...
¡Y nueva lámpara al canto!
Hemos dejado el lacito lencero... Nos parecía un coqueto detalle
Como "anécdota" comentaros que, en medio de la sesión de fotos, se estropeó la cámara... Así que aquí tenemos un popurrí de instantáneas de todos los móviles de la casa, de ahí los diferentes tonos y calidades de las imágenes.
Aunque eso no impide que se aprecie la transformación ¿verdad?
Pues con nuestra renovada lámpara nos vamos, un nuevo viernes, a los Findes Frugales de Marcela Cavaglieri. ¿Os venís?