La empresa BIM, en su división automotores, producía este encendido a transistores, como rezaba la vieja publicidad. La marca Alligator estaba registrada y en este caso la empresa daba una casilla de correos, la número 43 de la sucursal 27, de la ciudad de Buenos Aires para contactar. Lo mismo que el teléfono correspondiente.
También se mencionaba en la publicidad que era un producto de industria argentina. Según los datos del fabricante se podía aumentar la potencia del motor de un 8 a un 12%. Lo mismo que reducir en un 10% el consumo de combustible.
Mejoraba el arranque en frío y alargaba la vida de los platinos. Se eliminaba el condensador del distribuidor y el rendimiento a altas revoluciones era más eficiente. Más aceleración y velocidad sin fallas. Lo mejor de todo, se podía colocar en un automóvil, de cualquier marca y modelo, en menos de una hora.
Por lo poco que pude investigar el encendido Alligator fue usado en el Chevitú el primer automóvil compacto que comenzó a vislumbrar un cambio en el TC (Turismo Carretera) de Argentina a principios de la década del sesenta. Imagino que no solo el mencionado auto de carreras habrá usado el encendido Alligator en aquellos años.
La vieja publicidad apareció publicada en la revista Parabrisas número 36 del mes de noviembre de 1963 en la página 33, como consta en la imagen. Esta será la única nota de la sección “Accesorios y algo más”, que retornará el sábado 5 de agosto, luego del receso de invierno de las notas de Archivo de autos.
Mauricio UldaneEditor de Archivo de autos
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