Pues sí... Nos gustan nuestros hombres, ¿qué se le va a hacer? A pesar de que miren las "traseras" de otras, de que no sean tan románticos como esperamos, de que los quisiéramos menos tozudos, de que... El caso es que también ellos tienen su lado decorativo..., y no nos referimos a sus posaderas..., que también. Porque mira que están guapos cuando se arreglan... Y no se sienten hombres objeto por ello, ¿verdad? Un hombre encorbatado y enchaquetado tiene un no se qué que nos atrae. No es que nos guste que siempre vayan así, que lo sport tiene muchísimo encanto, pero ahora que no se lleva tanto (nuestros respectivos padres la usaban a diario, y uno de nuestros "partenaires" durante el invierno, y por gusto), toca reivindicar la corbata. Y no sólo en los cuellos masculinos. En casa... ¡quedan de escándalo! Foto Foto Foto Foto Foto Foto Y vosotr@s, ¿decoraríais con corbatas?