…no, no me refiero a que te pongas a cantar.
Hay autores que simbolizan la voz como si fuera la corriente de un río. Es difícil meterse dentro del agua y a veces tienes que intentarlo dos o tres o veinte veces hasta que me te metes. Una vez que encuentras tu corrientes tus historias fluirán solas. Seguro que alguna vez encontrarás rápidos en el camino, o puntos extremadamente peligrosos, o lugares donde el cauce se estreche, pero te sigues moviendo, porque la voz te va guiando.
Hay escritores que tienen una voz neutral, de tal manera que encontrarán a muchos lectores que no queden disconformes. Porque esa es la otra cara de la moneda, si tienes una voz muy personal puede que encuentres gente que no le guste. Personalmente cuando encuentro un autor con una voz potente, con una voz que atrae, no me separo de ella. Y de algún modo me llama a tener también una voz propia, una forma de contar historias que sea solo mía, no porque yo me la invente ni mucho menos (por favor que nadie crea que uno tiene que inventarse su propia voz), sino que está ahí y sale a la luz, lo que nos toca a nosotros es desarrollarla.
El título de este post no es “crea tu voz” o “construye tu voz”, sino encuentra, porque en el fondo la voz es un atributo más nuestro, como el color de los ojos o la forma de nuestras uñas. Podremos disfrazarlos poniéndonos lentillas de colores o pintándonos las uñas, pero entonces no solo estaríamos mintiéndo a nuestros lectores, sino también a nosotros mismos.
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