En el parto normal, la placenta se desprende pero a veces,
esta se adhiere tan profundamente al útero que no se puede extraer sin causar
un sangrado masivo, a veces mortal. Esto se podria evitar gracias a un
descubrimiento realizado por científicos de Cincinnati Children's y la
Universidad de Cincinnati, publicado hoy en Science Immunology. Los
Investigadores describen una conexión sorprendente entre el riesgo de Retencion
Placentaria y una mutación genética que impide la formación saludable de
células "asesinas naturales", un tipo de glóbulo blanco que ayuda al
cuerpo a combatir tumores cancerosos e infecciones virales. Más allá de
descubrir la conexión, el equipo demostró además, que se puede detener. Los científicos
encontraron que los ratones que portaban una mutación en una proteína llamada
Gab3, no lograban la expansión normal de las células NK en el útero. Las
células NK interrumpidas no lograron hacer su trabajo como es apagar el proceso
que permite que el embrión en crecimiento se adhiera a los tejidos dentro del
útero. Para que ocurra el desarrollo placentario normal, las células NK deben
controlar el crecimiento de las células fetales. Se debe hacer mucha más
investigación antes de que las mujeres puedan someterse a pruebas para
determinar si tienen células NK defectuosas y si un trasplante de células NK
sería seguro y efectivo. Por ahora, sin embargo, los hallazgos pueden servir
como un recordatorio para que las mujeres no se les sometan a cesáreas
innecesarias ya que se a demostrado que el riesgo de retención placentaria
aumenta cuando las mujeres tienen múltiples cesáreas.