Para que queden claras algunas causas de la ansiedad, en este artículo quería enseñar algunos factores potencialmente peligrosos a la hora de generar estados de alteración, que dificultan el control de la ansiedad notablemente.
Una causa que frecuentemente genera mucha ansiedad son los enfados.
Los enfados de cualquier tipo, ya sean con motivo o sin él, hacen que tu cuerpo reaccione violentamente a el equilibrio que mantiene. La mente se convence de que tiene razones de peso para estar en este estado, y todo tu pensamiento emite una señal de alteración que dispara alarmas internas en ti. Entre estas alarmas se encuentra la ansiedad.
Siempre tienes la la elección de no enfadarte, aunque a veces estemos tan convencidos de que es normal enfadarse, hay una filosofía muy diferente que puedes tomar para cultivar la paz.
Esta manera de pensar ayudará a controlar la ansiedad en un grado inimaginable.
Simplemente date cuenta de que siempre hay una solución para todo lo que te ocurre. No tienes que llevar cuerpo y mente al campo de los enfados para generarte tu propio estado de ansiedad.
¿No resulta estúpido intentar vencer la ansiedad, cuando puedes evitar que aparezca desde el principio?
La verdad es que cuando aprendes a utilizar la técnica de solucionar las cosas sin necesidad de enfadarte ni cabrearte, te das cuanta que es mucho más sencillo hacerlo pacíficamente. Además siempre encuentras mejores resultados.
Controlar la ansiedad sólo hace falta cuando tienes una sobrecarga de ella. Pero si ni siquiera la produces, te será mucho más sencillo.
Te dejo un resumen para poder hacer más fácil la tarea de no enfadarse.
Cuando te encuentres en una situación en la que notes que te estás alterando, ya sea por alguien que te habla, por el tráfico, por las noticias, o por el tiempo, haz lo siguiente:
- Piensa por un momento que estás entrado en un estado de ánimo en el que no controlarás la situación.
- Relájate antes de hablar con alguien o de soltar palabras negativas que tú misma oirás y te harán sentir aún más cabreada.
- Reflexiona si el motivo por el cual te estás enfadando es tan importante. E improvisa una solución que no implique la alteración de tu persona en ningún momento.
Vas a darte cuenta con este sencillo ejercicio, cómo puedes controlar la ansiedad de tu cuerpo antes de que aparezca. Simplemente tómate las cosas con otro humor y no te enfades por cualquier tontería. Que ya sabes que después cuesta mucho arreglar los desperfectos.
Ya verás como la gente a tu alrededor y tú misma lo agradeceréis.
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DiegoCG – PanicoLIBRE.com