Dos sonrientes niños peúl en Ibel
Cuando visitamos Saint Louis se nos encogió el corazón, los llamados "talibés" llenaban sus calles, niños sucios, llenos de polvo y vestidos con harapos que mendigaban armados de un pequeño bote de plástico. Dicen que son los alumnos de las escuelas coránicas, las daaras que piden para su marabout, aunque sus condiciones extremas de vida a una temprana edad (mendicidad, maltrato, no educación reglada) los marcan para siempre. Pero sobre talibés se ha hablado y escrito mucho, incluso se ha llegado a considerar un sistema de esclavitud moderna.Riendo con niños y niñas en Iwol, la capital bedik en País Bassari
Por suerte, a la que abandonas las grandes ciudades de Senegal el panorama cambia y te encuentras con los verdaderos "enfants de África". Ya en agosto a Mbaye y David les pregunté insistentemente la media de retoños que tienen las mujeres africanas, ambos me repetían, Mónica aquí hay "enfants partout" (niños por todas partes) y nuestras mujeres tienen más o menos 6 hijos cada una. Si a la elevada media sumamos la poligamia, una famila "normal" tiene al menos 12 niños y niñas a los que criar, educar y alimentar.La alegría de ser madre en Iwol
Globos, globos y más globos en el poblado de Andiel
Con todo ello no he podido resistirme a buscar las pirámides poblacionales de Senegal y España y... aunque ni Arouna, ni Mbaye ni Abdoul no saben nada de salud pública, si que han dado en el clavo diciendo que en Senegal lo que más hay son niños y niñas.Y sí, pequeñajos y pequeñajas te aparecen por todas partes, siempre con una amplia sonrisa y unos ojos que te piden una sola cosa: CARIÑO. En otros lugares pueden pedirte dinero, regalos o cualquier otra cosa pero en Senegal darles la mano, un beso o un abrazo es de lo más reconfortante y te hacen sentir en el cielo. Cuando recorres las aldeas salen a tu paso corriendo y riendo, en ocasiones descalzos y con la ropa sucia y rota pero siempre, siempre extendiendo su mano hacia ti. Y cuando inflas unos globos y te pones a jugar ya no importa que no hables wolof, ni peúl, ni bedik ni ninguna de sus lenguas, el juego es universal y las ganas de pasarlo bien también. Sin buscarlo y sin pensarlo, así de repente, si eres de las personas que recorren el mundo con los brazos abiertos, puedes encontrarte paseando con un par de locos bajitos, como decía Serrat, uno en cada mano saltando y riendo.
Just be cool !!!
La juventud y los globos!!!
Y hemos entrado en colegios en los que esforzados profesores trabajan con pocos o muy pocos medios. Recuerdo especialmente el de la isla de Ehidje con unos 15 niños y niñas de menos de 12 años y un profesor que para enseñas lo mejor que puede, divide la clase en dos, pequeños y mayores, girando los pupitres: la mitad hacia un lado y la otra mitad hacia el otro. Nos fijamos en la pizarra, letras escritas y una breve explicación sobre el turismo el porqué, los beneficios y las desventajas, interesante hacer una lectura rápida. Y tras entregar bolígrafos y lápices, una foto de cortesía y un regalo que aparece en forma de canción cuando niños y niñas nos cantan un fragmento del himno nacional. Y sí, de nuevo África nos embriaga con sus pequeñas-GRANDES cosas.Escuela de la isla de Ehidje
Maravilloso grupo con el profesor (el de la camisa azul)
Una de las pizarras de la clase
Taller de arpilleras y mamá 24hs en Ibel
Cose y duerme en la isla de Ehidje
Y, seguiremos cogiendo de la mano a esta infancia africana que ríe, salta y juega, pues como dice R. Tagore: