Las enfermedades y lesiones que restringen la actividad de los mayores o les llevan al hospital están vinculadas a un empeoramiento de su capacidad funcional, en especial entre aquellos con un físico más frágil, según un estudio de la Escuela de Medicina de Yale en Estados Unidos que se publica en la revista 'Journal of the American Medical Association' (JAMA).
Entre los mayores, la discapacidad en las actividades esenciales de la vida, como bañarse y vestirse, es común y se asocia con una mayor tasa de mortalidad, institucionalización y mayor uso de los servicios de atención formales e informales. Pero muchos de los mayores también se recuperan de estas discapacidades.
Los autores del trabajo, dirigidos por Thomas M. Gill, siguieron a 754 adultos de 70 años o más a los que realizaron entrevistas telefónicas durante más de 10 años desde 1998. Los investigadores evaluaron la discapacidad y la exposición a enfermedades y lesiones. La fragilidad física, o caminar a velocidad lenta, se evaluó cada 18 meses durante 9 años.
Los científicos evaluaron la relación entre dos tipos de episodios, la hospitalización y actividad restringida y las transiciones entre ausencia de discapacidad, discapacidad leve, discapacidad grave y mortalidad.
Los investigadores descubrieron que entre los 637 participantes, quienes tuvieron al menos una transición funcional, el 90,7 por ciento tenía al menos un ingreso hospitalario y el 94,3 por ciento pasó al menos por un mes de actividad restringida. La hospitalización se asoció con la discapacidad durante ocho de las nueve transiciones.
Entre las posibles razones para la hospitalización o la actividad restringida, las lesiones asociadas a caídas condujeron a la mayor probabilidad de desarrollar discapacidad nueva o empeoramiento.