A sabiendas de que la correcta comunicación entre enfermera y paciente es esencial en el desarrollo de las relaciones terapeuticas y de la satisfacción de las necesidades cognitivas y afectivas, y de que esta tiene unas características especiales en el paciente oncológico dada su carga emocional; un grupo de enfermeras de Singapur ha realizado esta revisión con el objetivo de establecer la mejor evidencia disponible sobre los factores que intervienen en la comunicación eficaz entre enfermeras y pacientes oncológicos ingresados en un hospital.
Tras la revisión, se identificaron factores facilitadores y factores inhibidores de esta correcta comunicación a nivel de las propias enfermeras, a nivel de los pacientes y a nivel del entorno. Como factores facilitadores en las enfermeras, destacaron la autenticidad, la competencia y el soporte educacional en tecnicas de comunicación (pese a que esta formación se mantiene inconstante). Como factores inhibidores en las enfermeras, se han identificado las orientaciones recibidas, el miedo a la propia muerte y la baja percepción de los efectos de su comunicación.
En los pacientes, los factores inhibidores que se han identificado son la baja predisposicion para afrontar la enfermedad y los sentimientos que esta genera y el tipo de apoyo buscado en familia y amigos.
Las conclusiones mas relevantes del estudio son que, teniendo en cuenta la escasa producción primaria de calidad en este tema, parece ser que los factores clave en la comunicación entre enfermeras y pacientes oncológicos ingresados, son las características personales de unos y otros.
Hasta aqui, esto ha sido un pequeño resumen del original, traducido libremente por mi.¿Y todo esto que nos dice?. Pues lo primero, que hay que aumentar la producción científica enfermera en los aspectos de la comunicación , concretamente con el paciente oncológico. Segundo, que tenemos que formarnos más y mejor en estos aspectos de la comunicación con el paciente, tantas veces relegados por considerarlos secundarios y muchas veces ignorados por los gestores a la hora de calcular el ratio enfermera/paciente y la presión asistencial (nos gastamos millones en equipamiento de dudosa utilidad y solemos ahorrar en el perejil, o sea , en el personal de enfermería, cuando las evidencias nos dicen que la buena gestión del personal enfermero optimiza los resultados en el paciente). Y tercero, que los enfermeros debemos fomentar el autocuidado ya que esto mejorará no solo su situación medica, si no que predisprondrá a los pacientes a una buena comunicación con sus enfermeras.Se puede decir más alto, pero no mas claro.