El verano parece que se alarga, al menos por el sur, algo, que la verdad, me agrada más de lo que os podéis imaginar, el poder seguir tomando platos ligeros, sencillos y refrescantes es algo que suelo echar mucho de menos cuando llega el frío,
Así que vamos a seguir disfrutando de los días de verano que nos quedan con una deliciosa ensalada de judías, de procedencia turca y que a pesar de su sencillez, posee un más que suculento sabor.
INGREDIENTES
100 gr. de judías blancas o 200 si son ya cocidas.
1 Cebolla pequeña.
2 dientes de ajo,
Un buen manojo de perejil.
2 Cucharadas de aceite de oliva.
El zumo de medio limón.
Sal y pimienta.
- Si optamos por judías secas, la noche antes las pondremos a remojo con agua. Las coceremos en abundante agua salada unos 40 min o hasta que queden blandas. Las escurrimos y reservamos.
- Picamos el ajo y la cebolla muy pequeñito, ponemos una sartén al fuego con el aceite y los sofreímos a fuego medio hasta que comiencen a dorarse, en ese momento añadimos las judías y salteamos unos 5 min. pero sin que lleguen a dorarse, simplemente para que adquieran un poco de calor.
- Retiramos del fuego y reservamos en un cuenco o ensaladera. Rociamos con el zumo de limón y dejamos enfriar. Justo antes de servir, añadimos el perejil muy picado y volvemos a mezclar.
Muchas veces los pocos ingredientes son un éxito asegurado, ya que hace que los sabores destaquen más por si mismos, Os he de ser sincero cuando os digo que me sorprendió gratamente, ya que me esperaba un plato con un resultado un poquito más soso y para nada, realmente merece un lugar en este recetario, espero que le deis una oportunidad y ya me contaréis.
Receta adaptada del libro Recetas vegetarianas del mundo de Sarah Brown.