Queridos lectores, se acabó la fiesta.
Mi titanio ha dicho que él es resistente, moldeable y todo lo que yo quiera pero que ó bajo de peso ó me va a empezar a dar guerra, así que se acabaron los dulces, las comilonas y todos los excesos que antes no hacían nada sobre mi volumen pero que ahora sí tiene consecuencias.
Tengo que pasar de una talla 46 a una 40 porque pretender llegar a mi antigua 34 va a ser que no. Además tampoco quiero estar tan delgada como antes, aunque mi espalda lo agradecería.
Tiempo, pues tampoco me pongo plazos. Voy a mi ritmo y veremos a ver si para final de año he avanzado algo ó no.
Así que las recetas de los Domingos se van a transformar en ensaladas que son riquísimas y la mar de sanas, en vez de bollos llenos de calorías y cosas ricas dentro.
Ya, ya sé que vosotros no tenéis la culpa de que lleve desde que dejé de fumar comiendo como una cerda, además tenéis pruebas documentales de ello, que no tenéis que sufrir las consecuencias. Pero aquí nadie salvo La Niña come dulces y cosas que engorden así que a ella también le vendrá bien.
Tengo pendiente la receta de la barbacoa que será algo que se pueda disfrutar y a la vez que no sea demasiado pesado.
Pero del resto….Haré feliz a los ovolactovegetarianos así que seguramente mi sobrina la inglesa estará feliz de seguirlas.
Esta es la que hemos comido hoy junto con pescado a la plancha y champiñones al ajillo.
Lleva:
Lechuga
Canónigos
Rúcula
Tomates Cherry
Queso blanco fresco cortado en trocitos
Nueces peladas y ralladas muy finamente.
Vinagreta:
Vinagre de manzana
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta.
No pongo cantidades porque es la cosa más personal que conozco. Cada uno aliña la ensalada como le da la gana, por lo menos aquí en casa es así.
Disfrutadla y a pasar un domingo relajado y cálido