Es entonces cuando se me hace un nudo en la gargante y mis ojos, se nublan por las lágrimas que se agolpan por la añoranza y los recuerdos ya lejanos; miro al infinito, intentando ver a mis mayores sacando el copo, busco a mi abuelo remendando redes y a mis tios tirando de la traya; pero aquellas imágenes se perdieron en el horizonte infinito y en el azul de la mar.
Pero como antaño, entre las barcas, redes y aparejos de pesca charlan de sus hazañas hombres y mujeres del mar, luchadores que conocen los vientos, las corrientes, tormentas y marejales e incluso la época de las capturas de las diferentes especies marinas; pescadores curtidos por los rayos de sol, por el salitre, por el frio y por las olas.
Allí estaban aquella mañana de final de verano, un domingo cualquiera en aquel pueblo marinero, marengo, malagueño llamado Caleta de Vélez. Un lugar que no se entiende sin la pesca y sin su puerto.
Y en su puerto una lonja en cuyo suelo brillando con el agua de la mar desfilan los mejores pescados y mariscos del Mar de Alborán; tesoros de los fondos marinos atrapados al arrastre, con cerco, trasmallo siguiendo las tradiciones marineras de cientos, miles de años, donde mujeres y hombres que conocen el pasado y el presente de éste bello lugar, de éste puerto marinero amarran sus barcos de bajura que se reponen tras la faena bien de la noche o del día.
En la cocina Belén Abad gran cocinera, en sala María; Marco es quien se ocupa de seleccionar la materia prima en la misma lonja, en la orillita de la mar. Todos y cada uno de los tripulantes son grandes profesionales.
Fue el año pasado, en Octubre cuando Lourdes y Belén consiguieron el primero puesto en el III Campeonato Nacional de Ensaladilla Rusa de España, organizado en San Sebastian en el congreso Gastronomika-Euskadi Basque Country 2020.
Éste especie de camarón tiene un sabor muy potente que imprime a la famosísima ensaladilla rusa de Chin Chin Puerto un sabor muy, muy marcado. Es sin lugar a dudas un bocado a puro marisco, máxime que la mayonesa se realiza con el aceite de oliva virgen extra donde se han macerado a fuego lento las cabezas del propio camarón.
Fue probarla, degustar cada bocado y cautivarme ésta ensaladilla rusa que por méritos de sus creadores y del producto ha pasado también a ser considerada “la mejor ensaladilla rusa” que he preparado en mi cocina. Porque, como no podía ser de otra forma, yo tenía que intentar prepararla lo más parecido posible, lógicamente no pude conseguir los “coloraillos” y tampoco ésos “trucos” que no deben traspasar las cocinas de restaurantes como ésta del Restaurante Chin Chin Puerto.
Aunque con unas frescas “quisquillas” de ése mar que baña la costa oriental malagueña, unas buenas “papas” del terreno y un aceite de oliva virgen extra malagueño, casi, casi lo consigo.
INGREDIENTES:
½ kg.de quisquillas,
LOS PASOS A SEGUIR:
Quitar las cabezas a las quisquillas. Reservando las cabezas por un lado y el resto del camarón sin pelar por otro.
Pelar las patatas, cortar en cuadrados no demasiado pequeños y reservar.
En un colador poner el cuerpo de las quisquillas e introducirlos en el agua hirviendo, dejar unos segundos, que dé un hervor y retirarlas. Una vez frías pelar el cuerpo de las quisquillas, reservando la carne.
Machacar las patatas dando la textura deseada, procurando que no sea un puré. Rallar sobre las patatas la clara del huevo cocido y mezclar bien.
CHIN CHIN PUERTOPuerto de Caleta de Vélez, locales 3A y 4A, 29751 Caleta de Vélez, Málaga
Tfno. 952 030443