Los niños, no sólo no tienen dificultades para aprender más de una lengua sino que, además, se benefician de ello. De hecho esos beneficios pueden extenderse mucho más adelante hasta el final de la vida como ha enseñado la Dra. Ellen Bialystock sobre la protección que el bilingüismo ejerce sobre la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
Hace un par de años, en una conferencia para pediatras en una población de España introduje sin más énfasis la idea de que lo habitual es que la gente utilice más de una lengua para comunicarse. Un murmullo de no se si sorpresa o de discrepancia acogió la información, con lo que me vi estimulado a insistir en esa realidad y el reconocimiento de que la mayoría de los paises tienen más de una lengua oficial. Falto muy poco tiempo para que en el coloquio se desatara la polémica. En la monolitica España castellana resultaba preocupante que para un colectivo de profesionales de titulación superior resultase increible o inaceptable la coexistencia de varios idiomas en una comunidad o en un estado. En Cataluña seguimos padeciendo constantes ataques por el uso de la lengua propia en la enseñanza desde las instancias estatales politicas, en un esfuerzo homogenizador que tiene más de colonialismo que de racionalidad.
Cada vez más educadores reconocen que hablar, y aprender desde niño, más de un idioma es ventajoso para el desarrollo intelectual. Y ello aparte de las otras obvias ventajas que el dominio de idiomas aporta.
Pero es que, además, hablar más de un idioma es lo más común y el monolingüismo resulta la excepción, cercana a lo patológico. La casi totalidad de los paises de la Unión Europea reconocen más de una lengua oficial, por más minoritarias que sean algunas. En España son cuatro. Cinco si se cuenta el aranés, que es cooficial en Cataluña. Como lo son en Suiza, tres en el Reino Unido, dos en Bélgica y así sucesivamente. No siempre el reconocimiento oficial se acompaña de protección a las lenguas minoritarias y casi nunca a la realidad. En México se hablan hasta sesenta y siete lenguas indígenas y, por otro lado, en los Estados Unidos de America hay más gente que habla español que en España.
Los pediatras y los edudadores deben esforzarse en conocer la ventajas de multilingüismo para aconsejar a las familias en lo referente al proceso del aprendizaje del habla y despejar dudas y prejuicios.Y defender los derechos al uso de las lenguas minoritarias, muy especialmente en el ámbito de la salud donde el contexto cultural y lingüistico es más determinante.
X. Allué (Editor)