¿Cuántas veces, cuando estamos molestas, el damos una y otra vez en la mente al suceso que nos enfurece y lo repetimos como en un video, incesantemente? ¿O generamos ideas de lo que podría suceder en tales o cuáles condiciones, pero no elegimos las m´pas pacíficas, sino las de una confrontación emocionalmente liberadora?
Cuando nuestras emociones nos dominan, no pensamos con claridad ni decidimos con sabiduría.
Reflexionemos sobre nuestro comportamiento y dejemos de "rumiar" experiencias negativas.
Buscar la felicidad no es esperar sucesos maravillosos. Es tener presente que muchas veces es mejor caminar buscando la concordia, antes que "ganar" la disputa, pues algunas "victorias" puedes ocasionarnos más perjuicios que la derrota.
¿Qué queremos para nuestra vida? ¿Es más importante tener la razón que tener paz? ¿Es nuestro Ego tan importante que debemos alimentarlo a costa de nuestra tranquilidad espiritual?