Cuando hablamos de entrenamiento físico en general, englobamos toda la serie de ejercicios destinados a mejorar la condición física, ya sea fuerza, potencia, velocidad, elasticidad, rendimiento, etcétera …. pero si el método con el que se realiza este entrenamiento está destinado a enfocar y optimizar los resultados para poder aplicarlos a la vida diaria, estamos hablando de entrenamiento funcional.
El objetivo de un entrenamiento funcional consiste en adaptar las sesiones y/o los ejercicios de entrenamiento para aumentar el rendimiento físico, ya sea para mejorar en una práctica deportiva específica (como es en mi caso), para corregir alguna postura, o bien para fortalecer el cuerpo para mejorar la calidad de vida y acrecentar el rendimiento en algunas funciones cotidianas como las que conllevan las tareas del hogar, (llevar la compra, cargar y/o jugar con los niños, limpiar la casa, etcétera) y/o el trabajo (como por ejemplo estar muchas horas sentado o de pie).
¿Y el entrenamiento convencional? ¿No tiene acaso el mismo objetivo? Depende.
Mientras que en el entrenamiento convencional normalmente se suele aislar el trabajo de un músculo, cadena o grupo muscular con movimientos sobre los tres planos de movimiento (frontal, sagital o transversal), en el entrenamiento funcional se trabajan diferentes grupos o cadenas musculares a la vez, mediante movimientos en coordinación sobre todos los planos, basándose en las leyes corporales de equilibrio, economía y confort, para así obtener mejores resultados.
En un entrenamiento funcional se pueden trabajar cadenas musculares cruzadas, rectas o estáticas, cada una de ellas con diferentes funciones y finalidades u objetivos… (pero este tema lo dejo para otro post).
Besos desde mi blog!!!