Entrevista con Peter Doig

Por Alejandra De Argos @ArgosDe

Peter Doig decidió instalarse en Trinidad durante una residencia artística en 2000, dándole la posibilidad de redescubrir la isla donde había pasado su infancia antes de trasladarse con su familia a Quebec. Sus pinturas reflejan su nueva vida en los Trópicos, como podemos ver en los siguientes fragmentos de la entrevista que el crítico de arte escocés Angus Cook tuvo con el artista.

Angus Cook: Muchos de tus paisajes hacen referencia a Canadá y Trinidad…

Peter Doig: Creo que Trinidad afectó los cuadros que estaba pintando antes de trasladarme allí en 2002. Había estado allí durante aproximadamente un mes en 2000, después de que me invitasen de repente a hacer una residencia de artista allí. Si te soy sincero no sabía muy bien qué esperarme del lugar, y fue una agradable sorpresa para mi ver cuánto recordaba del lugar.

A. C.: Por ejemplo?

P. D.: Recordaba la arquitectura. Los olores. Las carreteras, y las rutas de un punto a otro. Visualmente es un lugar potente, simplemente la experiencia de estar allí, incluso cuando uno es muy joven; me di cuenta que siempre me había gustado ese lugar, siempre me había sentido muy conectado a él, aun sin haber vuelto en 33 años. Recordé lo amable y acogedora que era la gente, recordé que siempre había algo del que hablar, una conexión, un feeling. Justo después de haber estado en Trinidad, volví a Londres… y terminé varios cuadros que había empezado, que por un lado tendían más hacía un estilo decorativo, y por otro más abierto — Hundred Years Ago, por decir uno. Ya había empezado a jugar un poco con ese tipo de imágenes, pero aun no sabía muy bien qué hacer con ellas. Y creo que fue el ver el océano, estar en la isla, ver otras islas alrededor de la nuestra, en fin la experiencia de todo en su conjunto, a abrir mi mente y a hacer que los cuadros se hiciesen un poco más expansivos de alguna forma.

A. C.: Así que ha sido más una evolución no consciente en tu arte, más que un cambio intencional. Pero a la hora de pintar un nuevo cuadro, a veces te estarás preguntando cómo aquello que estás pintando encaja con la totalidad de tu obra realizada hasta ese momento, y cómo podría cambiarla o afectarla.

P. D.: Sí, hasta un cierto punto, pero también es difícil porque de alguna forma un artista solo es capaz de pintar un único cuadro, una y otra vez, a lo largo de su vida.

A. C.: Quizá los tuyos sean todos autorretratos. Ves los paisajes como una metáfora de lo que está pasando en tu cabeza, y de tu vida interior?

P. D.: Sí, creo que es lo que está pasando. Es una buena manera de ver el proceso de pintar un cuadro. De alguna forma, has de poseer una imagen en tu cabeza, además de poseerla en el lienzo, antes de que pueda ser creíble.

A. C.: Así que la pintura no se hace únicamente con el ojo y con la mano, sino que también hay mucho trabajo mental.

P. D.: Nunca entendí qué hay de tan conceptual en el arte conceptual — toda pintura, prácticamente, es conceptual. Quiero decir, cada pintura es una idea. Cada pintura es el resultado de un proceso. El arte conceptual simplemente prescinde del placer de la vista — el color, la belleza, cosas así.

A. C.: Durante la última década pareces haberte pasado a un campo artístico más místico. En parte viene de una clara elección de temática y sujeto — santos, gurús, místicos, eventos sobrenaturales. Pero también viene de la estética indeterminada, simbólica o casi abstracta de algunos de tus cuadros… Acaso es un reflejo de un despertar religioso que te ocurrió, o simplemente un re-enfoque temático y estético?

P. D.: Diría que es más una interrogación y una reflexión de la espiritualidad del día a día; no tiene que ver con unas creencias religiosas específicas. Realmente mi esperanza es que mi trabajo sea cada vez más abstracto. No tiene porque tener siempre una referencia directa a lo cotidiano o a objetos. Objetos reconocibles, concretos. Pero creo que es algo que pasará en futuro. No quiero reinventarme como artista abstracto y reducir mis obras a lo elemental. Creo que algunos cuadros se han visto seguir esa dirección más que otros. Ha de ser algo que sienta que pueda entender y asimilar en mi interior. Incluso cuando Guston supuestamente ya no era un artista abstracto, sus cuadros eran probablemente más abstractos que nunca.

Source: © Montreal Museum of Fine Arts - http://peterdoig.mbam.qc.ca
Traducido por Alejandra de Argos

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