El verano musical no da tregua. El próximo viernes visita la Isla el último fenómeno de la canción de autor en español, el malagueño Pablo Alborán. La cita será en la plaza del Cristo de La Laguna, seguramente ante una audiencia multitudinaria, en línea con lo que han sido cada una de sus apariciones en la actual gira que está llevando a cabo por el país y antes por Latinoamérica. Alborán, de 26 años de edad, es hoy el artista que más discos vende en España. Un éxito rotundo pero de enorme peso emocional: “Lo que peor llevo es el exceso de responsabilidad”, dice a DIARIO DE AVISOS.
-¿En qué consistirá el espectáculo que trae a las Islas?
“Es un concierto con lo mejor de mí y del equipo que me acompaña en gira, donde voy a darlo todo por el público canario que desde el primer momento ha apostado y siempre está a mi lado. Es maravilloso”.
-La suya es una de las giras más intensas del panorama nacional, con un centenar de conciertos entre febrero y octubre. ¿Cómo llega a esta parada en Canarias?
“Con mucha emoción y con muchas ganas, Canarias siempre me transmite buen humor, alegría y ganas de quedarme”.
-El jueves estará en La Palma, al día siguiente en Tenerife y luego en Gran Canaria. Debe ser de las comunidades con más presencia en su tour nacional. ¿Qué tal su conexión con el público insular?
“Es una conexión mágica. Cada vez que voy nos reímos, bailamos, cantamos, nos emocionamos… En los conciertos puede pasar cualquier cosa. Ahí está la magia”.
-Con una agenda tan intensa, ¿da tiempo para algo más que ensayar y actuar? ¿Algún capricho confesable durante su paso el Archipiélago?
“Pues la verdad es que siempre vamos con el tiempo contado y el trabajo es lo primero. Implica mucha concentración. Pero también es cierto que nunca me privo de mi gofio, de mis papas…”.
-¿Qué tal se lleva eso de ser el artista que ha vendido más música en España los últimos años?
“Lo que peor llevo es el exceso de responsabilidad, por lo tanto no considero que sea algo que tenga que llevar. Tengo que disfrutar de este regalo y valorar el esfuerzo y la apuesta de la gente hacia mi música, dando el 200% de mí”.
-¿Qué diferencia su último álbum, Terral, de los anteriores?
“Es un disco orgánico, libre en todos los sentidos, donde me he atrevido a producir, arreglar, dirigir. Tiene sonidos más universales provenientes de la bossanova, jazz, clásico, pop, electrónica, música sinfónica y, por otro lado, una desnudez que permite mucha más cercanía en la producción. Es un disco que tiene todo tipo de ritmos, y las letras son mucho más reales, no hay cuentos de hadas”.
-¿Se ve haciendo otra cosa que no sea canción melódica?
“Por supuesto, escucha Está permitido, Vivela, Un Buen amor… Terral es una catarsis”.
-La popularidad y el éxito en la música, ¿es tal y como lo había imaginado?
“Jamás me imaginé nada de esto. Y tampoco estoy seguro de qué es el éxito. Para mi el verdadero éxito y triunfo es poder dedicarme a la música dignamente hasta que me muera. Todo lo que me está sucediendo desde hace cinco años es una sorpresa constante y hay que ser consciente de que, si se acaba, al menos habré disfrutado como si no hubiera un mañana”.
Fuente: Diario de Avisos.