Soy un desastre. Tiendo a acumular todo tipo de cosas inservibles con la idea de "por si acaso me sirve". Y así han estado siempre mis armarios, hasta arriba.
Normalmente los solía tener ordenados. Era un caos controlado, pero no nos engañemos. Era un absoluto caos.
Con el paso de los años, todo fue a peor. Cuanto mayor eres, más acumulas y las limpiezas de armarios se convertían en consecuencia de algún tipo de enfado o momento vital clave. Y es que no falla, hacer limpieza del armario es terapéutico.
Hace poco, mi madre me volvió a sorprender con una frase: Enviar a la papelera de reciclaje. Y no se refería a la ropa, o zapatos viejos. Se refería a las personas. Tiene razón.
¿Por qué tenemos que mantener a personas en nuestra vida por el mero hecho de haberlas conocido en un momento concreto? ¿Por qué tenemos que mantener en nuestra vida a familia por la única razón de haber nacido en ese núcleo?
No quiero que se malinterpretepe, no se trata de ser huraño. Si esa persona no te aporta nada, más bien al contrario te quita, pues mándala a la papelera de reciclaje. Así de fácil.
Puede parecer muy drástico, pero ¿para qué marearte con personas que no te aportan? Si esa persona es importante, volverá a aparecer en tu camino, no te quepa duda.
Y tú, ¿eres de reciclar?