Epilepsia y convulsiones en los perros

Por Jgallego19

La epilepsia es un trastorno cerebral que afecta tanto a los seres humanos como a los animales. Si bien esta condición es relativamente rara en los gatos, es común en los perros. Las convulsiones en los perros impredecibles y recurrentes causadas por una “tormenta” eléctrica en el cerebro son el sello distintivo de la epilepsia. El diagnóstico de la epilepsia se hace sólo después de que todas las demás causas de esas convulsiones se hayan descartado. Aunque no existe una cura para la epilepsia, las frecuencia de las convulsiones pueden ser disminuida con medicamentos.

Visión general

Una convulsión consiste en movimientos espontáneos e involuntarios como temblores, contracciones nerviosas o temblores de piernas, o cambios en la conciencia o el comportamiento, que son causadas por anomalías eléctricas en el cerebro. Las convulsiones pueden ser localizadas, como en las zonas de la cara, o generalizadas, implicando todo el cuerpo. Durante un ataque, una mascota puede salivar y perder el control de la vejiga o del intestino. Es común que las mascotas parezcan desorientadas durante minutos u horas después de un ataque.

En muchos casos, un ataque de convulsiones puede ser un hecho aislado, provocado por una serie de razones, tales como una baja azúcar en la sangre, enfermedades infecciosas, toxinas, insuficiencia renal o hepática, o un trauma. Cualquier cosa que ejerza presión sobre el cerebro, como un tumor, también puede causar convulsiones. El tratamiento de la causa subyacente a menudo puede resolver la actividad convulsiva.

Cuando las crisis se repiten durante un período de semanas, meses y años, la afección se conoce como epilepsia. La epilepsia es a menudo llamada “epilepsia idiopática”, lo que significa que no se puede identificar la causa exacta de las convulsiones recurrentes.

La epilepsia se puede presentar en los perros a cualquier edad, pero la mayoría de los propietarios de los perros afectados podría observar actividad convulsiva antes de la edad de cinco años. La afección puede tener diversos grados de severidad y susceptibilidad al tratamiento. Mientras que los casos muy leves tienen un pronóstico excelente, algunos perros pueden sufrir de una forma intransigente que conduce casi inevitablemente a la eutanasia. La mayoría de los perros, sin embargo, caen en algún punto intermedio.

Basándose en la evaluación de la raza y su predisposición a la epilepsia, se sospecha que este trastorno puede ser hereditario. El modo de herencia, sin embargo, no se ha resuelto, y parece variar en función de la raza afectada. Múltiples genes pueden estar implicados en algunos casos.

Síntomas e Identificación

Los síntomas pueden variar ampliamente en términos de duración, frecuencia, y manifestación general de las convulsiones. Generalmente, los síntomas pueden incluir temblores, contracciones nerviosas, movimiento nervioso de las extremidades, salivación, micción, defecación y cambios en la conciencia. Aunque la mayoría de las convulsiones duran sólo unos minutos, los animales domésticos que experimentan convulsiones de larga duración deben ser examinados por un veterinario inmediatamente. En la mayoría de los casos, el momento de la crisis es impredecible.

Por lo general, la epilepsia idiopática se diagnostica sólo después de que todas las otras causas obvias de ataques han sido descartadas de la lista de posibilidades. Por lo general se recomienda un examen físico y pruebas de laboratorio básicas (hemograma completo, análisis de orina, etc.). Los estudios toxicológicos, las pruebas específicas para enfermedades infecciosas y el análisis del líquido cefalorraquídeo pueden ser muy útiles también, especialmente para los pacientes con síntomas graves o aparentemente progresivos. Los estudios de imagen avanzados son muy recomendables para los animales de mediana edad y los más viejos, a la hora de descartar la posibilidad de tumores cerebrales u otras lesiones.

Razas afectadas

La epilepsia puede ocurrir en todas las razas de perros. Las razas más afectadas son: Pastor belga Tervuren, Beagle, Boyero de Berna, Cocker Spaniel, Collie, Pastor Alemán, Golden Retriever, Setter Irlandés, Keeshond, Labrador Retriever, Caniche, Schnauzer miniatura, San Bernardo y Wirehaired Fox Terrier.

Tratamiento

La epilepsia idiopática en sí se considera incurable, pero la enfermedad se puede controlar con el uso a largo plazo de medicamentos. Estos medicamentos, por lo general, sirven para aumentar la resistencia del cerebro a los impulsos eléctricos anormales que desencadenan las convulsiones.

El fármaco más utilizado para los perros es el fenobarbital, pero existen otras opciones para la terapia crónica si este fármaco produce efectos secundarios intolerables, o si los ataques siguen sin sercontrolados. Desafortunadamente, casi todos los otros medicamentos alternativos son significativamente más caros. En casi todos los casos en que se elige la terapia con medicamentos, es necesaria la monitorización frecuente de los pacientes.

Para los casos más graves, sin embargo, el tratamiento puede también incluir hospitalización para controlar los episodios más graves en los que la actividad convulsiva prolongada puede tener consecuencias mortales.

Algunos perros, sin embargo, pueden no requerir ningún tratamiento en absoluto. En los perros con convulsiones poco frecuentes, de hecho, puede experimentar una convulsión de vez en cuando que correr el riesgo de los efectos secundarios de los medicamentos utilizados para tratarlas.

Prevención

No hay modo conocido para la prevención de la epilepsia idiopática salvo un programa de cría dedicado a buscar la erradicación de esta característica a través de la esterilización de los animales afectados y, al menos, de todos sus familiares de primer grado.

Algunas convulsiones pueden prevenirse evitando fármacos específicos que puedan reducir el umbral convulsivo, o dicho de otra manera, la cantidad de estímulo necesario para producir una crisis convulsiva.