Érase una vez...con piedras pintadas

Por Elena García @AntsinmyTummy
Cada vez que vamos a la playa acabamos buscando tesoros entre las olas y bajo la arena. No podemos evitarlo. Somos buscadores de conchas, pero también de piedras. Entre las pocas que podemos ver en la playa que visitamos cada año, no cuesta encontrar piedras que nos fascinan por su brillo, la combinación de colores, una forma extraña que nos recuerda a esto o aquello, o incluso pedazos de cristal pulidos por muchas mareas que son como pequeñas piedras preciosas. En conclusión, un día te pones a colocar un armario y acabas encontrando al fondo dos bolsas enormes llenas de mar. ¿Y qué hacer con ellas para que no queden relegadas a la oscuridad del armario? 
Se nos han ocurrido varias ideas, como la de utilizarlas para decorar alguna macetas. Pero había muchas, tantas que habríamos llenado todos los tiestos de casa, así que se nos ocurrió que podíamos pintar algunas con los dibujos que se nos ocurrieran para luego elegir unas pocas al azar e inventar una historia con ellas. El juego ya existe, de hecho se pueden comprar unos dados con dibujos en tiendas tipo Flying Tiger que sirven para lo mismo, pero no son tan bonitas como las que puedas pintar tú ni los dibujos son tan divertidos. ¿Te animas a intentarlo? 
En primer lugar escogimos las piedras más planas, en las que se podía dibujar mejor, y cubrimos una de sus caras con Gesso o cualquier pintura tapaporos que tengáis. Es más fácil pintar sobre ella, una vez seca, y los colores destacan más que si se pinta directamente sobre el color de la piedra. Además, sobre esta capa blanca se puede dibujar con lapicero antes de colorear. Para llenar de color los dibujos se puede utilizar témperas, pintura acrílica o rotuladores. 
El resto es cosa vuestra, ¿qué dibujaríais? Nosotros tenemos un castillo, una princesa, un robot, un pajarito, un pez, una casita, una hormiga, un pirata, una señora enfadada...
Las normas las ponéis vosotros. Podéis sacar 5 piedras a la vez e inventar una historia en la que salgan todos esos personajes o lugares, o bien ir sacándolas de una en una e improvisar. De cualquier forma es muy divertido y surgen historias de lo más surrealista. Es un juego muy recomendable para que los niños desarrollen la imaginación y la expresión oral. Espero que os haya gustado la idea y si lo probáis contádmelo en los comentarios. ¡A pintar piedras e inventar historias!