Para poneros en antecedentes: ¿Podéis tocar el suelo con las palmas de las manos sin doblar las rodillas? ¿Alguna vez os habéis dislocado alguna articulación? ¿Podéis hacer el espagat? ¿Os salen moratones con facilidad? Si habéis contestado que sí a cualquiera de estas preguntas (yo he respondido afirmativamente a todas..) vuestras articulaciones son más flexibles que la media y, en consecuencia, tenéis mayor riesgo de padecer algún trastorno de ansiedad que las demás personas.
Así lo han confirmado expertos de la Unidad de Ansiedad del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones (INAD) del Parque de Salud Mar de Barcelona a partir de un estudio realizado a lo largo de 15 años a personas de entre 16 y 20 años con y sin Hiperlaxitud Articular (HLA), que se caracteriza por una mayor flexibilidad de las articulaciones.
El estudio, dirigido por el Dr. Antonio Bulbena, director del INAD, pone de relieve en las personas estudiadas que además de tener un mayor riesgo de padecer un trastorno de ansiedad, como angustia, fobia social o agorafobia (pánico a los espacios abiertos), también tienen mayor tendencia a sufrir palpitaciones, náuseas, respiración entrecortada y temblores. (Ahora entiendo porque hace unas semanas, un traumatólogo me dijo que yo era una persona eléctrica e hiperlaxa…)
A partir del estudio, la Unidad de Ansiedad del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones (INAD) del Parque de Salud Mar de Barcelona ha creado una escala de medidas clínicas para establecer los diferentes grados de flexibilidad del colágeno (articulaciones, tendones, piel, etc.), saber el grado de elasticidad y correlacionarlo con la ansiedad. La base es un sencillo y rápido cuestionario de siete preguntas, entre las cuales se incluye si la persona es capaz de colocar las palmas en el suelo sin doblar las rodillas, si le aparecen moretones sin recordar haberse dado un golpe o si alguna vez se ha dislocado el hombro o la rótula.
Esto le convierte en un centro de referencia de su especialidad y de hecho, el Instituto organiza cursos especializados en los protocolos de reconocimiento de HLA para poder establecer una correlación psicopatológica con la ansiedad y actuar en consecuencia.
Según el Dr. Bulbena: “La detección precoz, incluso desde la infancia, y la implantación de programas de afrontamiento del miedo son algunas las claves para conseguir un tratamiento eficaz de estos trastornos y mejorar la calidad de vida de las personas que los padecen”.
Si queréis saber más sobre los resultados de este estudio, podéis leer el artículo completo publicado en la publicación médica General Hospital Psyquiatry (Julio 2011) ó bien dirigirse al Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Parque de Salud MAR de Barcelona.
¿Y vosotros? ¿Qué opináis sobre el tema? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!