- Dificultad en el mantenimiento de la atención.
- Hiperactividad (dificultad para el control de actividad motora) e impulsividad (precipitación excesiva en las acciones que emprende la persona).
Dentro de los síntomas de inatención destacan los siguientes:
- Cometer errores por inatención: este síntoma hace referencia a incurrir en errores por descuido y no repasar las tareas realizadas. A veces hay impulsividad en el control de los gastos.
- Dificultad para mantener la atención sostenida: hay dificultades para mantener la atención en una sola actividad durante periodos de tiempo largos, como concentrarse en películas, libros o conferencias por periodos largos de tiempo. También pueden aparecer dificultades tanto en el trabajo como en las actividades de ocio: dificultad para seguir conversaciones largas con amigos, prestar atención a órdenes que reciben sobre cómo realizar una tarea importante…
- Dificultad para escuchar cuando les hablan directamente.
- Tendencia a dejar cosas para más adelante: no acabar las tareas o dejarlas para el último momento: la necesidad de tener una fecha límite de entrega de trabajos es fundamental, ya que si no se dedica excesivo tiempo a realizar una tarea concreta o pasar de una a otra sin terminar ninguna de ellas.
- Dificultades de planificación: a menudo suelen llegar tarde a las citas y suelen tener desordenada la casa y el lugar de trabajo.
- Tendencia a no realizar tareas que requieran un esfuerzo mental: en algunos casos puede suponer un gran esfuerzo leer o concentrarse en una película y se retrasan los trabajos más minuciosos como realizar la declaración de la renta.
- Pérdida de objetos: se suelen perder las llaves, la cartera, la agenda o el móvil.
- Distraerse con facilidad: puede haber dificultades para evitar que estímulos irrelevantes interrumpan la atención y afecta a la tarea que están realizando en ese momento.
- Despistarse con frecuencia: se olvidan planes y horarios, no se suelen acordar de utilizar la agenda, llegando incluso a olvidarse de recoger a los niños del colegio.
Dentro de los síntomas de hiperactividad aparecen movimientos constantes cuando están sentados, dificultad para estar sentados durante algún tiempo, inquietud subjetiva interior, hablar permanentemente y dificultades para relajarse.
También hay otro grupo de síntomas que se engloban dentro de la impulsividad como precipitar las respuestas ante las preguntas, dificultad para esperar el turo e interrumpir conversaciones.
El tratamiento psicológico es totalmente individualizado, pero debe cumplir los siguientes objetivos: adaptar el entorno de la persona para conseguir que se ajuste a sus posibilidades y minimizar los obstáculos que presenta. Por otro lado, es fundamental conseguir desarrollar hábitos de conducta y estrategias que le permitan desarrollar hábitos de conducta y estrategias que le permitan realizar con éxito sus tareas cotidianas, obligaciones, proyectos y planes, así como disminuir los niveles de ansiedad y estrés.