Cierra los ojos y respira profundamente una vez, inhalando el aire por la nariz y expulsándolo por la boca.Mantente con los ojos cerrados un rato. Intenta aislarte de tu alrededor y céntrate en tu cuerpo.Nota si tienes alguna tensión acumulada en él.Si es así, visualiza esa zona e imagina como le envías con cada expiración una nube blanca sanadora. Es una energía pura y llena de amor que entra en el lugar dañado y recorre cada parte de tu cuerpo.Estás cada vez más relajada.Ahora, respira profundamente una vez y coloca una de tus manos en tu cabeza, justo en la coronilla.Sigues con los ojos cerrados y te sientes muy tranquilo.Sabes que es lo que necesitas. Y este momento de calma es importante para continuar con tu día.Después de un rato y de respirar cada vez más y más lentamente y sin esfuerzo, coloca tu otra mano en el centro de tu pecho.Siente como la energía te va sanando y ofreciéndote una experiencia muy relajante y placentera.Estás muy a gusto y feliz.Cuando te apetezca dirige tus manos a tus dos orejas y tápatelas durante unos minutos.Respira lenta y profundamente una vez, deshaciendo los nudos de las sombras de tu mente y de tu cuerpo.Te sientes muy relajada.Eres una persona sana.Sonríes.Respira profundamente una vez.Abre los ojos.