Eros en un ánfora griega, Museo Metropolitano de Arte de Nueva York
Quería hablaros un poco de mitología clásica, relacionando este post con el anterior y en esta semana que se celebra San Valentín, quería hablaros del joven dios del amor, conocido como Eros en la mitología griega y por los romanos como Cupido (deseo) o Amor. Es una figura que nos ha llegado hasta nuestros días pero cuya concepción ha cambiado ha lo largo del tiempo.
Eros. Carrete ático de figuras rojas, c. 470-450 a. C.
Existen diversas hipótesis sobre el nacimiento de Eros, algunas fuentes relatan que Eros salió del huevo primigenio del mundo, engendrado por la Noche, entrando en el universo como la fuerza de la pasión, de esta forma, sería el primero de los dioses, sin él no podría haber nacido ningún otro.
Eros Thanatos, copia romana del original griego.
Museos Capitolinos, Roma.
Le consideran contemporáneo a la Madre Tierra y Tártaro. Algunos niegan que tuviera padre o madre, en cambio otros sostienen que era hijo de Afrodita (diosa del amor) y de Ares (dios de la guerra) o incluso de Afrodita y de su padre Zeus.
Afrodita y Ares, con Eros. Museo arqueológico de Nápoles.
Los poetas de la época defendieron el relato mitológico de que Zeus al ver los semejantes poderes que Eros era capaz de ejercer sobre los dioses, obligó a su madre Afrodita a que se deshiciera de él, ésta lo abandonó en un bosque donde las fieras lo criaron. Eros era un niño indomable que no demostraba respeto alguno ni por la edad ni el orden establecido, volaba con sus alas doradas disparando al azar sus afiladas flechas, que podían ser de dos tipos, las flechas doradas que inspiraban el amor ideal y las flechas de plomo que inspiraban el odio.
Eros tensando el arco, Lisipo. S. IV a. C. Museos Capitolinos, Roma.
Las primeras representaciones que se hacen de Eros, fue en el Arte griego, donde es un joven inocente, de edad adolescente, que simboliza la belleza y la pasión. Eros se convertiría en el ideal masculino del amor y Afrodita en el femenino.
Eros, escultura helenística perteneciente al taller de Mirina.
Cuando los romanos adoptaron los mitos griegos, Eros fue emasculado para convertirse en la familiar figura alada de Cupido, con enormes alas que utilizaba para revolotear y que disparaba flechas de amor al corazón. En ocasiones se le ha representado con los ojos vendados, como símbolo del amor ciego y también portando una antorcha.
Cupido con los ojos vendados. Detalle de la Capilla inferior de Asís, Giotto.
A partir del Renacimiento, comienzan las representaciones de Cupido como un niño rechoncho, resaltando su picardía y encanto. Aunque las consecuencias de sus actos no eran infantiles puesto que sus flechas encendían en llamas los corazones sin previo aviso.
Amor victorioso, 1602, Caravaggio, Gemäldegalerie de Berlín
El amor dormido, Erasmus Quellinus, 1636-38, Escuela Flamenca.
Museo del Prado, Madrid.
Existen diferentes representaciones Eros muy interesantes, os dejo varias imágenes para que veáis los cambios que se han ido produciendo a lo largo de la historia del arte.
Venus del espejo, 1650, Diego Velázquez.
Museo del Prado, Madrid.
Hay dos mitos muy conocidos, uno es el mito de Apolo y Dafne, en el que las flechas de Eros tuvieron mucho que ver y que hizo que Apolo se enamorase de Dafne y ésta huyese de él hasta convertirse en un árbol de laurel, la historia la podéis volver a leer en el post de Apolo y Dafne y el otro mito es el de Eros y Psique.
Psiquis y Cupido, 1823. Victoria Martín del Campo, Museo de Cádiz (España)
* Bibliografía recomendada:
AA.VV., "Todos los mitos y leyendas del mundo", Barcelona, Círculo de Lectores, 2005.GARCIA GUAL, C., "Diccionario de Mitos", Barcelona, Planeta, 1997.GRAVES R., "Los mitos griegos", Barcelona, Círculo de Lectores, 2004.
MALCOM DAY, "100 Personajes de la Mitología Clásica", Barcelona, Círculo de Lectores, 2007.
SCHMIDT J., "Diccionario de mitología griega y romana", Barcelona, Larousse Planeta, 1996.