Errores de Vestuario para Invitadas a Evitar

Por Aranchawp @MeigayCaldero
¿Te han invitado a una boda? Si la respuesta es sí, probablemente te enfrentes a la gran pregunta: ¿y qué me pongo?
Como no solemos asistir a muchas bodas (salvo que seas wedding planner, claro) al cabo del año, la formación en protocolo y etiqueta no es demasiado habitual y cierta información que aparece en Internet (o la que nos brindan las amigas) no siempre es todo lo fiable que debería; la elección del vestuario perfecto para una invitada es una tarea complicada.
Se siguen viendo invitadas con vestidos largos y con cola en ceremonias que tienen lugar al mediodía, pamelas del tamaño de una rueda de tractor o con vestidos vaporosos de color marfil (en la última que organicé, sin ir más lejos) o medias negras tupidas con vestidos claros de verano. Lo que, como bien sabes, no es lo más acertado.
Por eso en este post quiero recordarte los errores más habituales que cometen las invitadas a una boda a la hora de vestirse

Lo que no deberías hacer
En cuanto al vestido
Llevar un vestido largo. En las bodas de mañana, no debería llevar nadie vestido largo nadie más que la novia y la madrina, y ésta última solo el caso de que el novio lleve chaqué. En las bodas de día incluso las hermanas y mejores amigas de la novia tendrían que ir de corto. En las de tarde-noche, aunque está muy extendida la costumbre de ponerse vestido largo, hasta con cola, lo cierto es que únicamente deberán lucirlo las mujeres más allegadas a la novia o aquellas a las que ésta se lo pida expresamente. Ante la duda, ponte un vestido corto y acertarás.

Hablando de vestidos cortos, uno de los grandes errores que puedes cometer es llevar una microfalda a una boda. No es apropiado, incluso aunque sea trate de una boda civil. Y esto no tiene nada que ver con la mojigatería, sino con el hecho de que es una ceremonia que requiere un cierto respeto. Además, hay que tener presente que no es de buen gusto llamar la atención en exceso, puesto que los protagonistas son los novios, no tus piernas, por muy largas y bonitas que sean.
Los escotazos. Los escotes muy profundos no son apropiados para las bodas, es mejor lucirlos, pero que sean discretos. Si quieres un toque sensual,  es mejor que optes por los que te hacen lucir la espalda. 
Llevar un vestido de cóctel para una boda de día. Un vestidito de cóctel es corto, pero tiene un punto más elegante y festivo, por lo que no debería lucirse nunca durante el día. Déjalos para la noche y únicamente si no están demasiado recargados con adornos, brillos, plumas o pedrería. Si quieres acertar en bodas de mañana apuesta por un vestido sencillo y con un buen corte, por un traje de chaqueta, pantalones y una bonita camisa o un top o un mono; mejor si son de tonos claros.
Vestirse de blanco. Salvo que lo pida expresamente la novia, el blanco es un color prohibido, así como los marfiles, blancos tiza y el resto de los colores similarse que se asocian con la novia. Las únicas excepciones: los vestidos o monos blancos con estampados que no se puedan confundir con los nupciales (evitar florecitas pequeñas, topos, etc.) o las camisas o tops de este color combinados con prendas de tonos vivos. 

Prescinde del blanco, sobre todo si el corte de de estilo nupcial


Ir de negro. Ya sé que es un color que favorece, que estiliza, que es muy socorrido... pero no para las bodas, especialmente la de día. El negro es perfecto para fiesta, pero no para ceremonia... salvo que se trate de un funeral. Si no puedes prescindir de este color, combínalo con complementos muy coloridos para aportarle alegría a tu outfit

¿De negro? Sólo si te lo pide la novia o con complementos muy coloridos


Llevar el mismo color que la novia. Cada vez hay más novias que prescinden del blanco, así que conviene averiguar el color que tendrá su vestido para no meter la pata. 
Pasarse con los estampados. Un vestido con un print elegante puede aportarle personalidad a tu look, pero si te pasas puedes arruinarlo totalmente. Prescinde de los estamapados animales y de los tropicales excesivos en cuanto a tamaño y colorido, por ejemplo.
Elegir tejidos que se arrugan con mirarlos. Imagina la cantidad de horas que vas a pasar con tu vestido: los desplazamientos, la ceremonia, el cóctel, la recepción, el baile, la recena... Y ahora imagina también que con cada minuto tu trajecito tenga una arruga más... un desastre. Procura elegir telas que aguanten perfectas hasta el final de la velada, o al menos que se arruguen con cierta dignidad.
El denim, la pana, el tweed y tejidos similares. Son demasiado informales, por lo que deberías evitarlos en una boda. Déjalos para ocasiones menos especiales. 
Las transparencias. Son muy difíciles de llevar, así que es mejor evitarlas en este tipo de eventos. Si te gustan mucho, puedes elegir modelos que lleven escote ilusión o que sean transparentes en zonas estratégicas de la espalda o la falda. 
Al hilo de lo anterior: evita las prendas que revelan tu ropa interior. Esto es válido para los tejidos y hechuras que permiten tanto que se vea como que se marque. Es una máxima de estilo para cualquier ocasión, mucho más si se trata de una boda, donde se busca la elegancia y el buen gusto.
Escoger vestidos muy ceñidos. Los trajes que te queden demasiado justos son un error por tres motivos: te harán parecer vulgar, se arrugarán un montón... y acabarás incómoda, porque el paso de las horas y el exceso de comida y bebida acabarán hinchándote.
Llevar los hombros al aire en la ceremonia religiosa. Por respeto es conveniente llevar los hombros tapados y el escote discreto, aunque tus creencias no coincidan con las de la religión por la que se casen los novios. Puedes lucir una prenda que te cubra durante la ceremonia y quitártela cuando termine. 

Cúbrete los hombros durante la boda religiosa por respeto


Comprar tu vestido en una cadena low cost sin personalizarlo. Cada vez hay más marcas de bajo coste que sacan colecciones de vestidos de fiesta y ceremonia, algo que está muy bien, porque nos permite ir guapas por poco dinero... pero es la trampa perfecta para coincidir con otras invitadas que tienen tan buen gusto como nosotras y que han comprado el mismo vestidito. La mejor solución es darle un toque personal que lo diferencie: utilizar sabiamente los complementos, llevarlo a hacer algún arreglito a la modista...
Los complementos
Llevar guantes en verano. Son un complemento elegantísimo, es indiscutible, pero esa elegancia se va al traste cuando son inconcruentes con la época del año. Déjalos para las bodas de otoño, invierno o, incluso las de comienzos de la primavera, si ésta es fría.
Pasarse con las plataformas. Un par de zapatos con una pequeña plataforma puede pasar, pero una de 10 centímetros es un error. Para una fiesta nocturna pueden estar bien, pero para una ceremonia no.
Utilizar sandalias o zapatos joya. Este tipo de calzado es de fiesta, así que conviene dejar el glitter, la pedrería y los adornos imposibles para otras ocasiones. Elige calzado de buena calidad, preferentemente de piel, con un buen diseño y que sea cómodo; en los outlet y en las rebajas encontrarás modelos bonitos y atemporales que podrás utilizar en muchas ocasiones si tu presupuesto no te permite arrasar en las tiendas de las firmas icónicas.
Llevar tacones si no sabes andar con ellos o son muy incómodos. Una mujer con un vestido elegante, un bonito peinado y un maquillaje cuidado, pero que anda como un pato mareado porque no es capaz de dar un paso sin torcer los tacones o tambalearse peligrosamente, es la antítesis del estilo. Compra zapatos con un tacón que sea manejable para ti y, si son nuevos, dómalos unos días antes para que no te hagan daño.
Las medias tupidas. Ni en invierno, ni en verano, las medias tupidas no son para las bodas, porque son poco formales.
Las sandalias con medias. Son una combinación muy poco afortunada, incluso las que llevan los dedos al aire, porque se nota el corte entre la media y la zona desnuda. Si llevas sandalias, deja tus piernas al aire. Si quieres darles un toque luminoso y bronceado, recurre a alguno de los aceites sublimadores, al maquillaje o a los autobronceadores. 
Acompañar tu look con un bolso de gran tamaño. Si la boda es de mañana, puedes llevar una cartera de mano. Si es de tarde-noche, apuesta por un bolso de fiesta pequeño, mejor si no es de piel y no es de tipo joya, puesto que es demasiado festivo.
Llevar mantones, pashminas y toreritas. Son complementos algo viejunos. Si la boda se celebra en invierno, puedes llevar manga larga, una estola o una capa. Si va a tener lugar en una época cálida, pero prevés que hará frío por el aire acondicionado o que refrescará por la noche, lleva una prenda que te pueda abrigar, pero en el coche y sácala sólo si hace falta.
Ponerte pamelas en bodas de tarde-noche. Es un tipo de tocado que sólo se lleva en las bodas de mañana y preferentemente en el exterior. Tampoco deben ser tan grandes que puedan molestar a los invitados. Recuerda que no deberías quitarte el tocado en ningún momento, incluida la comida y el baile, si lo hay. Se sale de casa con el tocado puesto y se vuelve con él.
Llevar coronas de flores por la noche. Las coronas son apropiadas para las bodas de mañana y de exterior. Su estilo bucólico y no demasiado formal, no encaja en la tarde o la noche, que requiere tocados algo más serios.
Las tiaras. La única que debería llevar tiara es la novia. Es un complemento tan distintivo de las novias como el traje blanco, el velo o el ramo de novia. Si quieres llevar algo parecido, opta por una diadema o un tocado menos nupcial.

¿Tiara, gafas de sol y brilli-brilli al tiempo? No, gracias

No quitarte las gafas de sol. Aunque el protocolo dice que no se deberían llevar en bodas y eventos de día, lo cierto es que es complicado decirles no si hace un sol de justicia. Si te las vas a poner sí o sí, recuerda que debes quitártelas cuando hables con alguien, porque debes mirarle a los ojos. Tampoco deberías llevarlas con pamela (te protege del sol) o cuando te vayan a hacer fotos.
Lucir reloj. Para los eventos y las ceremonias es conveniente prescindir del reloj, porque lo que se busca es un aspecto más pulido y, por así decirlo, menos funcional. La mayoría nos arreglamos en estos casos con el móvil para consultar la hora, pero si no puedes prescindir del reloj, procura evitar los de gran tamaño y de tipo deportivo.

Reloj de pulsera de gran tamaño: no para una boda


Joyas por kilos. Si te excedes con la joyería y la bisutería parecerás vulgar, además de más mayor de lo que eres. Céntrate en una pieza llamativa y procura que el resto sea discreto. 
Más...
Llevar muchas cosas en la mano. Si estás invitada a una boda, procura no llevar multitud de cosas en las manos: el bolso, el móvil, el abanico, el chal, la botella de agua... te será muy incómodo a la hora de moverte y de saludar. Y queda faltal en las fotos. Deja en el coche o en el guardarropa lo que no necesites, o todavía mejor, simplifica.
Un maquillaje excesivo. El maquillaje y el peinado deben ser favorecedores y discretos, puesto que no deben competir ni con tu belleza ni con tu vestido. 
Consejos básicos para acertar
Y ya que te he hablado de lo que no hacer, también quiero darte unos consejos sencillos y básicos para acertar con tu look de invitada:
  • Lo primero que debe tener presente una invitada es que una boda no es una fiesta, es una ceremonia, por lo que el vestuario, los complementos y el maquillaje deben ser elegantes, pero con un punto de contención y seriedad. Las lentejuelas, los tejidos con brillo, las sandalias joya o los maquillajes elaborados son para lucirlos en una fiesta que pida lujo y algo de fantasía, como una cena de gala, un estreno importante, una entrega de premios o, sin ir más lejos, la fiesta de Nochevieja. 

  • También es importante respetar el dress code que proponen los novios. Independientemente de lo que sea más o menos apropiado en términos generales para una boda, hay que tener en cuenta los deseos de la pareja. Te pongo un ejemplo: puede que el color blanco sea uno de los prohibidos para las invitadas, pero si los novios quieren una boda en la que todos los asistentes acudan vestidos de ese color, no hay nada más que discutir, todos de blanco.


  • Debes tener en cuenta la hora de comienzo de la ceremonia, que es la que marcará el protocolo del vestuario. Un error muy común es considerar que, si la boda consta de cena y baile hasta la madrugada, hay que vestirse de noche, aunque la ceremonia comience a primera hora de la tarde. 

  • Por supuesto, es importante que, además de seguir unas normas de etiqueta en cuanto a tu vestuario, elijas prendas y complementos que te sienten bien y te sean cómodos. Y que sean asequibles para tu presupuesto, aunque con la oferta de muchas firmas low cost, y la temporada de rebajas cada vez es más fácil ir perfecta a una boda sin tener que dejar la cuenta corriente temblando. 

  • Y, ante la duda, opta por el menos es más, así no te equivocarás a la hora de vestirte, peinarte y maquillaje. Un estilo minimalista bien llevado no tiene por qué ser soso y aburrido.
Estoy segura de que no necesitas estos consejos para ser una invitada de "10", pero puede que te sean útiles cuando alguna amiga te pregunte...



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La primera vez que apareció el post Errores de Vestuario para Invitadas a Evitar fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?

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