Una de las preocupaciones más frecuentes de los entrenadores y entrenadoras es cómo motivar a sus deportistas. Desde luego que esta es la pregunta del millón y muchas personas esperan una respuesta en forma de receta milagrosa, cosa perfectamente comprensible, sin embargo, la respuesta está en la pregunta:¿para qué?.
¿Es la misma motivación la que se necesita para ir a entrenar que para afrontar una competición?.Te propongo una reflexión
A veces es más fácil, saber qué errores no debemos cometer que aplicar una receta para la motivación.
Si quieres mejorar la motivación de tu equipo, evita estos Errores:
Ignorar las situaciones extra deportivas, desde luego no se trata de que hagas de padre/madre, psicólogo, etc, se trata de ocuparte o interesarte por aquellas circunstancias que afectan a su rendimiento. Un pequeño gesto puede resultar más motivador de lo que te imaginas.
No valorar la relación coste- beneficio: ¿Qué ponen tus jugadores, qué arriesgan o pierden cuando deciden comprometerse con su deporte?Dedicarse a una actividad deportiva implica renunciar a algunos aspectos en su vida personal y familiar, académica, incluso profesional, riesgo de lesiones,coste económico etc..Cuando piensan en los beneficios,¿hay un punto en común, a quién le conviene más a ti o al equipo?,cual es el valor del beneficio, ¿es compartido por el equipo o es el mismo para todos?.
No reconocer las interferencias: A lo mejor el problema es que tienen otros intereses que desconoces, que si bien no se reconocen abiertamente, existen. Cuando haces algo "por el bien del equipo", asegúrate de que eso no interfiere con intereses individuales ya que pueden comprometer el clima motivacional. Habrá que identificarlos y trabajar para integrarlos o complementarlos.
No elegir bien el momento para trabajar la motivación: mejor prevenir, si al final de la temporada te estás preocupando por esto y te dedicas a trabajarlo, lo más seguro es que interfiera en otras acciones o tareas que pueden ser más prioritarias en ese momento.
No relacionar la motivación con otras variables psicológicas, como el estrés o la autoconfianza. Es muy probable que,trabajando adecuadamente estas variables, estemos incidiendo en la motivación. No confundas "los nervios" "las ganas" por competir, con una elevada motivación, a veces, es todo lo contrario.
Responder honestamente a estas cuestiones facilitará, junto con otros ingredientes, que puedas crear la receta motivacional adecuada a tu equipo.