¿Es la medicina llamada convencional tan científica como se presume?

Por Miguel @MiguelJaraBlog

En esta mañana de domingo creo que es justo elevar a la categoría de post un comentario del médico Juan Gérvas en la lista de correo y debate Dismong sobre medicinas alternativas & medicina convencional. Vaya por delante que creo que Medicina sólo hay una, la que es útil a la persona que sufre, pero como el debate/enfrentamiento entre los diferentes modo de sanar parece eternizarse…

La lista de correo y discusión Dismong está participada por parte de la profesión sanitaria, personas comprometidas y de gran nivel académico (si no estáis apuntaros). En ella se desarrollan debates a veces intensos siempre con respeto y calidad. Estos días algunos profesionales están escribiendo sobre las dos maneras de ver la medicina y alguno, de manera razonada, hace constar la “superioridad” de la medicina convencional sobre las denominadas alternativas o complementarias. Se basa en ello en que la primera es “científica”.

Por supuesto, quienes así lo afirman llevan razón en muchas cosas. Yo también creo que toda medicina antes de ser aplicada ha de probar  su valía. El método científico es de gran ayuda y quizá sea hoy el de mayor utilidad para ello.

Escrito esto, subrayo cada línea de Gérvas en ese debate:

-La medicina convencional se considera a sí misma como medicina científica y de hecho confunde en muchos casos ciencia con estadística e interpreta dogmas como ciencia.

-El problema es que la medicina convencional no se considera a sí misma como pseudociencia y superchería pero, por ejemplo, la evaluación de 3.000 intervenciones de la medicina convencional permite demostrar que sólo el 35% tiene fundamento (y ese fundamento no asegura que tales intervenciones se utilicen apropiadamente).

-El problema es que la medicina convencional no percibe que el “poder positivo” (beneficioso) que tiene implica inevitablemente un “poder negativo” (perjudicial) de manera que desarrolla una arrogancia académica, profesional y mercantil que provoca millones de muertos en el mundo.

-El problema también es que en la propia medicina convencional, además de la enfermería, la ortopedia, la rehabilitación, la nutrición y demás ramas, la pseudociencia y la superchería son monedas comunes (falsas monedas “científicas”).

-El problema es que la medicina convencional utiliza la locución “Medicina Basada en pruebas (Evidencia, dicen)” para cubrir la superchería de la pseudociencia.

-El problema es, por ejemplo, que el 99% de la población (profesionales incluidos) cree que “el diagnóstico precoz es lo mejor” y en ese dogma pseudocientífico (pura superchería) se sacrifica la salud de millones de personas, convertidas y tratadas como enfermas sin serlo por una medicina convencional que es simple superchería pseudocientífica.

-Cuando el 30% de la población utiliza las medicinas alternativas tenemos un problema de credibilidad y de confianza en la medicina convencional y en el sistema sanitario que la sustenta; si ese porcentaje aumenta peligraría el apoyo a un sistema sanitario de cobertura universal y de organización según la equidad.

-Es una pena que no veamos que cometemos el mismo error de los inquisidores con Galileo y no miremos por el telescopio y estemos dispuestos a quemar a los que miran y por ello ven cosas distintas pero ciertas.