El diario El País de hoy aporta unas revelaciones explosivas, aunque los hechos que describe y documenta fotográficamente son de sobras conocidos en Galicia desde hace años: la íntima relación existente desde hace dos décadas entre el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y uno de los más importantes capos del narcotráfico gallego.
En febrero de 2011, el dirigente socialista gallego Pachi Vázquez dijo textualmente en una rueda de prensa que "Feijóo y el narcotráfico andan ahí ahí; hay algo que tiene que explicar". Vázquez nunca recibió una querella por esas declaraciones. Hasta entonces no era difícil encontrar en foros gallegos referencias a Feijóo en las que se le calificaba como "el político gallego y acaso español preferido de los narcotraficantes". Esos rastros han sido cuidadosamente borrados.
Y hoy El País pone por fin sobre la mesa las fotos que testifican que en los noventa, cuando Núñez Feijóo era un político casi desconocido aunque ya con cargos públicos de cierta relevancia, lo pasaba la mar de bien en compañía de Marcial Dorado, capo del narcotráfico gallego. Dice el diario madrileño que "La relación incluyó invitaciones a Feijóo a la casa y al barco de Dorado, además de viajes que realizaron juntos". Las fotografías están tomadas en el yate del narco, y nos muestran a los entonces dos jóvenes en compañía de una mujer no identificada. Dorado ya había sido detenido dos veces, una en 1983 por contrabando de tabaco, y la otra en 1990 por orden del juez Baltasar Garzón en el marco de la Operación Nécora contra las principales redes del narco gallego.
En aquellos años, desde organizaciones como Madres contra la Droga se señalaba a políticos y otros personajes del "entorno" del PP como cómplices del narcotráfico.en el nordoeste español. Ya a principios de los años ochenta se detectó una reunión en un hotel portugués entre Fraga Iribarne, entonces máximo líder de AP, el partido predecesor del PP, y los capos históricos del contrabando gallego; al publicarse en la prensa tal hecho, Fraga se defendió aduciendo que la reunión se convocó para intentar convencer a los contrabandistas de que siguieran en el tabaco y otros productos y no se pasaran al narcotráfico. La verdad es que históricamente AP primero y luego el PP, se han financiado con millonarios "donativos" cuyo origen, como demuestra la Contabilidad B del partido (los llamados papeles de Bárcenas) publicada por El País y en manos del juez Ruz, es básicamente dinero sucio proveniente de toda clase de enjuagues, desde comisiones por la adjudicación de obras públicas y promociones del ladrillo salvaje a toda clase de capitales blanqueados o por blanquear. Antes de la "modernidad" que aportó el tesorero Bárcenas, la habilidad de Fraga para sacar dinero a quien podía darlo fue legendaria.
Recuerden por lo demás que en mayo de 2009, Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español y del PP, comenzó una campaña electoral a bordo de un barco propiedad de Daniel Baúlo Carballo, a quien la Policía consideraba entonces como "el traficante más importante a nivel nacional", según recogió el diario Público en su edición del 28 de marzo de 2011. La afición de los dirigentes del PP por subirse a narcobarcos es, como mínimo, llamativa.
Entre los viajes realizados por Feijóo y el narco Dorado, hay repetidas salidas a Andorra y Portugal; no es necesaria mucha imaginación para suponer el objeto de esos viajes. Dice el diario madrileño que "Feijóo y el contrabandista se conocieron a través del que fuera durante años testaferro de este último en sus múltiples negocios, Manuel Cruz López —luego fallecido en accidente de tráfico—, militante del PP en Ferrol y chófer oficial de consejeros de la Xunta como José Manuel Romay Becaria, principal impulsor de la ascendente trayectoria de Feijóo como gestor en la Administración y de su meteórica carrera política hasta su nombramiento como sucesor de Manuel Fraga en 2004". Es una lástima pues que el hombre que hizo de nexo entre ambos tuviera ese lamentable accidente, sin el cual tantas cosas podría haber contado. Claro que Romay Beccaria vive y goza al parecer de buena salud, así que si algún juez estuviera interesado y él quisiera hablar, quizá supiéramos cómo se urdió el irresistible ascenso del amigo del narco a los cielos de la política gallega.
Lo cierto es que a medida que la carrera de Feijóo crecía en la política y la de Dorado en el narcotráfico, "la amistad entre el político y el contrabandista se fue estrechando. Entre 1995 y 1998, Feijóo acudió durante los veranos a otra casa que Dorado tenía en Baiona, cerca de Vigo. En estas escapadas no faltaba el paseo a bordo del yate que el empresario tabaquero tenía atracado en el Club Náutico de esta localidad turística. En algunas de esas excursiones participó también la que era entonces la pareja del que llegaría a ser jefe del Gobierno gallego. La afición de Dorado por los barcos de recreo llevó a Feijóo a pasear a bordo de uno de los yates insignia del contrabandista, el Oratus, que tenía fondeado en Ibiza. Esta embarcación sería intervenida años después en una operación contra el blanqueo de dinero, tras la detención de Dorado en relación con un cargamento de seis toneladas de cocaína, en octubre de 2003". Disculpen la extensión de la cita del reportaje de El País, pero creo que merece conocerse en su integridad por quien no haya tenido ocasión de leerla.
La cosa no paró ahí. En 2004 la policía requisó unas fotografías de Feijóo con Dorado durante un registro policial en el domicilio del capo. Por aquellos días gobernaba la Xunta gallega el bipartito PSOE-BNG. Dice El País que "el PP hizo circular una imagen del entonces vicepresidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana, en el yate de un empresario que había recibido contratos de la Xunta. Mariano Rajoy llegó a pedir la dimisión de Quintana por esa foto". Ya se sabe que el cinismo es lo que más y mejor caracteriza a la derecha española.
Mientras Feijóo saboreaba las mieles de la alta política, su amigo del alma amasaba un patrimonio que en 2009 y según el embargo ordenado por el juez Fernando Grande Marlaska, estaba formado por los siguientes bienes: "una mansión en Illa de Arousa, 3 estaciones de servicio, otras tantas bateas de mejillón, 170 fincas rústicas, 12 plazas de garaje y 16 locales comerciales. En los bancos, la Agencia Tributaria le bloqueó 4,1 millones de euros: 1,8 millones en Suiza, 1,5 en el paraíso fiscal de las Bahamas, 300.000 en Portugal y 500.000 en España. En la causa estaba imputado como testaferro Manuel Cruz (el fallecido amigo de Feijóo), varios abogados y un teniente coronel de la Guardia Civil acusados de blanqueo de dinero. El asunto está ahora en manos del magistrado Javier Gómez Bermúdez", concluye El País.
Sinceramente, Alberto Núñez Feijóo ya está tardando demasiado en dimitir. Y un juez de la Audiencia Nacional, en procesarle y ordenar su detención.
En la fotografía publicada por El País hoy que ilustra el post, el presidente gallego Núñez Feijóo al timón del yate del narcotraficante y evasor de capitales Marcial Dorado, durante unas vacaciones en el verano de 1995, en la ría de Vigo.