Escarola para nutritivas ensaladas de invierno

Por Anahigemma @anahigemma

Es cierto que con el frío del invierno, apetece más un caldo o consomé caliente y reconfortante, aunque a pesar de ello, una ensalada con escarola puede ser un excelente acompañamiento para el plato principal, tanto como para el almuerzo como para la cena. (Sí, para cenar. Yo soy de las que no cree que una ensalada sea particularmente indigesta para cenar. Ni en invierno ¿Porque no?).

Si queréis disfrutar de una buena ensalada en esta época, nada mejor que utilizar como ingrediente principal la escarola, ofreciendo todo su esplendor y mayor calidad, (aunque hoy día se puede encontrar en el mercado durante todo el año).


La escarola es una verdura que pertenece a la familia de las Asteráceas (Compuestas). Esta familia, cuyo nombre actual deriva del griego Aster (estrella), proporciona muchos tipos de hortalizas de diversas especies: de hoja (achicoria, lechuga, endibia, escarola), de flor (alcachofa) o de tallo (cardo).


Por su peculiar sabor dulcemente amargo, resulta muy sabrosa acompañada con el clásico aderezo de aceite, mostaza, vinagre y sal. La escarola combina muy bien con ajos, cebolla, apio, cítricos y frutos secos. (Ideal para acompañamientos en menús navideños, tan pesados a veces y para hacerlos más ligeros).

Pero volviendo a las propiedades de la escarola: como en casi todas la verduras, es muy rica en agua ( más del 94%) y baja en calorías, por lo que es perfecta para ser incluida en las dietas para mantener o perder peso. (Como todas las verduras... jeje).


En cuanto a sus nutrientes, contiene pequeñas cantidades de vitaminas hidrosolubles: B1, B2, C, folato (es la verdura más rica en esta vitamina, con diferencia sobre el resto) y en menor proporción beta-caroteno (provitamina A), así como minerales como calcio, magnesio, hierro, zinc y potasio. Pero eso no es todo:

El calcio y el hierro contenidos en la escarola no son muy bien asimilados en el organismo debido a que la fibra de la verdura en general interfiere en la absorción a nivel intestinal. Por ello, las cantidades de estos minerales aportadas por la escarola (y en cualquier otro vegetal) no son comparables con las de los alimentos de origen animal (lácteos, pescado o carne).

Por otra parte, las hojas de la escarola contienen intibina, un compuesto responsable de su sabor amargo, siendo beneficioso para el sistema digestivo, páncreas y las funciones biliares.

Además, la escarola tiene otras propiedades:

Favorece t ránsito intestinal (laxante)

Es diurética.

Ayuda a mejorar el sistema inmunológico: (formación anticuerpos, producción de glóbulos rojos y blancos).

Aumenta la resistencia del organismo frente a las infecciones.

Favorece la belleza de cabello, piel, dientes y huesos.

Ayuda a controlar el peso.

Por su singular sabor dulcemente amargo resulta muy apetitosa acompañada con una vinagreta hecha a base de aceite, mostaza, vinagre, sal y pimienta.

Como he comentado al principio, la escarola combina muy bien con ajos, cebolla, tomate, apio, cítricos y frutos secos.

¿Y vosotros? ¿Preparáis ensaladas de invierno con escarola? ¿Tenéis alguna receta que queráis compartir con nosotros? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!

Besos desde mi blog!!!

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