Venus, de Antonio CanovaEl estilo neoclásico, basado en el arte antiguo de Grecia y Roma, alcanzó su apogeo máximo a finales del siglo XVIII. Antonio Canova, autor de esta Venus, está considerado como el mejor escultor de este estilo artístico.
Durante la segunda mitad del siglo XVIII se produjo una vuelta al gusto por lo clásico. El neoclasicismo tomó su inspiración de las excavaciones arqueológicas que en aquel momento se estaban llevando a cabo en Italia y otros puntos de la zona mediterránea. También tuvo una importante influencia un ensayo del historiador del arte alemán Johann Joachim Winckelmann, que alababa la escultura griega de la antigüedad. La obra antigua favorita durante el siglo XVIII fue el Apolo de Belvedere (copia romana del original griego del siglo IV a.C., Museos Vaticanos, Roma) que el escultor italiano Antonio Canova adaptó en su escultura en mármol Perseo con la cabeza de Medusa (1801, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York). Canova también se inspiró en la antigüedad para realizar la escultura de la hermana de Napoleón, Paulina Bonaparte Borghese como Venus (1805-1807, Galería Borghese).Bertel Thorvaldsen, escultor danés que vivía en Roma, logró tanta fama en su época realizando obras inspiradas en las de la antigüedad, que en Copenhague se construyó un museo, cuyas obras comenzaron en 1839, dedicado especialmente a él. El contacto entre Thorvaldsen y Canova resulta evidente en la primera obra de aquel, Jason (1803, Museo Thorvaldsen, Copenhague), de estilo deliberadamente clasicista, basado en la copia romana de la antigua obra Doríforo (siglo V a.C., Museo Nacional, Nápoles), del griego Policleto. Sus demás obras estuvieron muy influidas por las restauraciones que efectuó en los mármoles del frontón del templo de Afaya, de estilo griego arcaico, en la isla de Egina. Aunque no muy conocido fuera de los confines de su Suecia natal, Johan Tobias Sergel fue un excelente escultor de finales del siglo XVIII, que unió la temática neoclásica con el dinamismo barroco, tal como puede verse en su Fauno (1770-1774) y en Marte y Venus (1804), ambos en el Museo Nacional de Estocolmo. Al artista inglés John Flaxman se le recuerda quizá más por sus relieves clásicos, modelados de forma muy delicada, que por sus cerámicas de Wedgwood, aunque también realizó monumentos funerarios. Sin embargo, logró mayor impacto en el arte europeo con sus ilustraciones, de fino dibujo, de obras clásicas de Homero, Esquilo, Hesíodo y Dante que con sus esculturas.El escultor francés Jean Antoine Houdon incorporó conceptos clásicos en la realización de la estatua en mármol de tamaño natural de George Washington (1788-1792, Capitolio de Richmond, Virginia) y en su Diana (1777, Museo del Louvre). Sin embargo, sus mejores obras fueron los bustos, cuya viveza y naturalismo van más allá de los confines del clasicismo.