Desde hace 5 siglos los chinos utilizan estas bolitas para aumentar la fuerza física, dar flexibilidad a las articulaciones y estimular el sistema inmunológico del organismo.
Elaboradas de metal hueco, tienen en su interior una caja de resonancia capaz de producir un sonido distinto en cada una de las bolas: uno grave que representa lo femenino o “ying” y otro agudo o “yang” representando lo masculino.
Ambos sonidos con complementarios y actúan a diferentes profundidades del organismo, convirtiéndose en un eficaz instrumento de relajación y musicoterapia. El sonido relajante de las bolas tiene un efecto regulador del sistema nervioso central, mejorando las funciones cerebrales, aumentando la memoria, relajando la mente y eliminando la fatiga mental.
Su efecto de masaje sobre las palmas de las manos actúa sobre los puntos de acupuntura que se reflejan en éstas, estimulando la circulación de la sangre, tonificando los músculos y flexibilizando las articulaciones. Puedes encontrarlas en muchas tiendas chinas.
¿Cómo se usan?
- Coloca las dos bolas sobre la palma de la mano y hazlas rotar y rodar simultáneamente ayudándote con el movimiento de todos los dedos
- Alterna el sentido de la rotación cada 3 ó 5 minutos.
- El ejercicio debe hacerse con ambas manos, por tanto cambia las bolas de mano cada 15 minutos.
- Intenta mantener un ritmo de 100 rotaciones por minuto aproximadamente.
- El efecto terapéutico de las bolas es mayor si éstas no chocan entre si mientras se realizan las rotaciones.
- Cuando ya domines el movimiento básico lo ideal es trabajar al mismo tiempo con dos bolas en cada mano.
- Al principio te resultará un poco difícil, pero poco a poco las iras dominando y cuando esto ocurra además de un juego, te beneficiarán muchísimo.