Esofagitis eosinofílica

Por Ruizdeadana @rruizdeadana
INTRODUCCIÓN
La  es un trastorno caracterizado por la presencia de 15 o más eosinófilos en el campo de alta resolución más gravemente afectado de las biopsias endoscópicas esofágicas, asociado a síntomas clínicos característicos, que no responden al tratamiento con inhibidores de la bomba de protones.
EPIDEMIOLOGÍA Y ETIOLOGÍA
Se estima que la prevalencia de esofagitis eosinofílica en adultos alcanza el 0,2-2,4%  de la población con una relación varones/mujeres de aproximadamente 3:1.
No se conoce la etiología exacta de la esofagitis eosinofílica, pero se cree que es la consecuencia de una respuesta alérgica mixta mediada y no mediada por IgE a antígenos alimentarios no identificados, y en la que predominan las respuestas celulares no mediadas por IgE. Se cree que, la eosinofilia esofágica que se identifica representa solo una parte de una cascada compleja de interacciones entre los linfocitos Th2, mastocitos, citocinas como la IL-5 y la IL-13, quimiocinas endógenas como la eotaxina-1 y la eotaxina-3, y los eosinófilos.
En varios estudios se ha documentado, especialmente en niños, la resolución de la esofagitis eosinofílica al evitar estrictamente la exposición a antígenos alimentarios, y como posteriormente los síntomas volvieron a aparecer cuando se reintrodujeron los alimentos.
Recientemente se ha descrito el primer locus de susceptibilidad a la esofagitis eosinofílica en 5q22, describiéndose que uno de los genes en este locus, la linfopoyetina estromal del timo (TSLP), se sobreexpresa en muestras de biopsias del esófago de pacientes con esofagitis eosinofílica, en comparación con los controles normales. Hay que saber que, la citocina TSLP se ha relacionado en estudios previos con el asma, la rinitis alérgica y el eccema, convirtiéndose en un gen de interés en la patogenia de la esofagitis eosinofílica.
También otros estudios han aportado evidencias de que los aeroalérgenos pueden desempeñar una función en el desarrollo de la esofagitis eosinofílica, indicando una posible estacionalidad relacionada con aeroalérgenos presentes más frecuentemente en verano y otoño.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Las personas afectadas de esofagitis eosinofílica suelen presentar uno o más de los siguientes síntomas: pirosis, regurgitación, dolor epigástrico o torácico, náuseas, vómitos, disfagia, tos, anorexia. Los síntomas pueden ser frecuentes y graves en algunos pacientes, y extremadamente intermitentes y leves en otros. Hasta el 50% de los pacientes manifiestan otros síntomas relacionados con otros procesos alérgicos, como asma, eccema o rinitis. Además, hasta en el 50% de los casos uno o los dos padres tienen antecedentes de alergia.
DIAGNÓSTICO
Panendoscopia oral
La esofagitis eosinofílica debe considerarse en aquellos pacientes que tienen síntomas graves o persistentes de reflujo gastroesofágico, especialmente si no responden a los inhibidores de la bomba de protones, debiéndose realizar una panendoscopia oral para visualizar directamente el esófago y obtener muestras de tejido para el estudio anatomopatológico. La esofagitis eosinofílica se define por la presencia de 15 o más eosinófilos en el campo de alta resolución más gravemente afectado de las biopsias endoscópicas esofágicas. Puesto que la esofagitis eosinofílica se ha descrito como una enfermedad irregular, de acuerdo a la evidencia actual, se recomienda intentar tomar 5 biopsias tanto del esófago proximal, medial y distal; con una biopsia la sensibilidad para el diagnóstico de esofagitis eosinofilica es de 55%, aumentando hasta el 100% con las 5 blops. También deben obtenerse biopsias del antro gástrico y del duodeno para descartar otras enfermedades.
Otras exploraciones
Otros exámenes complementarios a realizar son hemograma, velocidad de sedimentación globular, parásitos, etc. La pruebas radiológicas como el tránsito esofágico baritado estan justificadas ante la presencia de signos de dismotilidad tipo disfagia o impactación del bolo alimenticio. La phmetría esofágica o la impedanciometría pueden estar justificadas para monitorizar o detectar variaciones en el pH esofágico y descartar así la presencia de un reflujo gastroesofágico (RGE) en pacientes con sospecha esofagitis eosinofílica que pudiera explicar los síntomas.
Pruebas de alergia
La mayoría de los pacientes con esofagitis eosinofílica no tienen eosinofilia periférica ni niveles de elevados de IgE. Las inmunoglobulinas IgE específicas a alimentos y neumoalérgenos son útiles en la alergia IgE mediada y en algunas series de adultos se elevan casi en 3 de cada 4 pacientes pero en niños tiene menos utilidad debido a su baja sensibilidad.
Algunos estudios han valorado la utilidad de las pruebas de alergia cutáneas, sobre todo en niños, para la valoración de alergias alimentarias y a aeroalérgenos, que Incluye el prick test cutáneo para reacciones de hlpersenslbllldad tipo I mediadas por IgE y el patch test cutáneo para reacciones de hipersensibilidad tipo IV. Sin embargo, son necesarios más estudios para establecer conclusiones firmes, especialmente en población adulta.
El prick test se realiza aplicando intracutáneamente un stock estándar de extractos de alérgenos  y determinando la reactividad 15 minutos después, comparando con un control positivo de histamina y otro negativo con suero. El patch test se realiza empleando varios alimentos disueltos con suero salino isotónico y luego poniéndolos en un parche en la espalda del paciente durante 72 horas. A las 72 horas se evalúa al paciente considerándose positivo el hallazgo de eritema, pápulas o vesículas.
Se está investigando como biomarcador no invasivo el uso de una combinación del recuento absoluto de eosinófilos en la sangre periférica, las concentraciones de la neurotoxina derivada de eosinófilos y la eotaxina-3, pero actualmente estas pruebas no tienen la sensibilidad ni el valor predictivo negativo necesarios para la práctica clínica.
Diagnóstico diferencial
En la tabla 1 se recogen las entidades con las que debe realizarse el diagnostico diferencial de la esofagitis eosinifilica .
Tabla  1.- Diagnóstico diferencial de la eosinofilia esofágica.

– Reflujo gastroesofágico – Enfermedad inflamatoria intestinal – Alergia alimentaria – Gastroenteritis eosinófila – Celiaquía – Infección parasitaria – Enfermedad del tejido conjuntivo – Alergia farmacológica – Síndrome hipereosinófilo – Enteropatía autoinmunitaria – Esofagitis por Candida – Esofagitis vírica (herpes o citomegalovirus [CMV]) – Síndrome de Churg-Strauss


Entre los diagnósticos diferenciales, es de particular importancia la distinción entre la esofagitis eosinofílica y la enfermedad por reflujo gastroesofagico (ERGE); como puede haber superposición histológica entre los pacientes con esofagitis eosinofilica y los que tienen ERGE, es importante excluir el reflujo gastgroesofagico como una causa de la inflamación del esófago. El reflujo ácido puede causar eosinofilia esofágica significativa, existiendo algunas evidencias de que la medición del nivel de eotaxina 3 en las muestras de biopsia, por inmunohistoquímica o reacción en cadena de la polimerasa, puede ser un parámetro útil para diferenciar la esofagitis eosinofilica de la ERGE.

TRATAMIENTO
Las evidencias disponibles sobre la eficacia del tratamiento de la esofagitis eosinofílica son limitadas, basándose en la experiencia clínica, series de casos y pequeños estudios y no está claro si el objetivo final debe ser el alivio sintomático o si es necesaria la resolución del infiltrado eosinofílico. En la figura 1 se presenta un algoritmo de tratamiento.
Figura 1.- Algoritmo de tratamiento de la esofagitis eosinofílica

Tratamiento con Inhibidores de la Bomba de Protones (IBP)
Aunque la mayoría de los investigadores no cree que la exposición esofágica al ácido sea la etiología de la esofagitis eosinofílica, sin embargo, como se ha comentado anteriormente, puede haber una superposición histológica entre los pacientes con esofagitis eosinofílica y los que tienen ERGE, y además, la gravedad de los trastornos de la mucosa y la submucosa que se observan en la esofagitis eosinofílica suele producir reflujo ácido secundario y es importante excluir el reflujo ácido como una causa de la inflamación del esófago. Por lo tanto, se debe prescribir un IBP a los pacientes en los que se sospecha esofagitis eosinofílica para que pueda excluirse la ERGE.  Así, los pacientes con sospecha de esofagitis eosinofílica deben tratarse durante 8-12 semanas con un IBP antes de proceder al diagnóstico histológico para eliminar la ERGE como un posible diagnóstico. La dosis para los adultos es de 20-40 mg hasta dos veces al día. 
Tratamiento dietético
Con ella se trata de evitar el tratamiento farmacológico, pero esta terapia tiene riesgos potenciales debido al uso de dietas elementales ricas en aminoácidos pero bajas en otros nutrientes, con riesgo de desnutrición; además, son difíciles de seguir por los pacientes, más aún cuando requieren sonda nasogástrica, lo que implica además riesgo de aversión a la comida.
Se han evaluado diferentes tratamientos dietéticos: a) restricción de algunos alimentos en base a los resultados de las pruebas cutáneas de alergia; los huevos, la leche y la soja son los principales alérgenos identificados; b) Empleo dietas elementales basadas en aminoácidos libres del jarabe de maíz y triglicéridos de cadena mediana; c) Eliminación de los 6 alimentos que causan alergia más frecuentemente (lácteos, huevos, trigo, soja, cacahuetes, pescados/mariscos). Entre estas medidas se ha encontrado más aceptación (efectiva en más del 70% de los pacientes tanto en la respuesta clínica como histológica) y menor coste con la dieta de eliminación de seis alimentos y la identificación del posible alimento causal con la reintroducción paulatina; los alimentos responsable más comunes han sido la leche y el trigo en 50% de los casos.
Corticoides sistémicos y tópicos
Diferentes estudios han demostrado la efectividad de los corticoides sistémicos, evidenciándose una mejoría clínico-histológica. En los estudios más recientes se administró prednisona entre 1,5-2 mg/ kg/día durante un mes. Se evidenció mejoría sintomática al 8º día de  media, con una mejoría histológica clara en la cuarta semana. Sin embargo en el 40% de los pacientes se registraron efectos adversos y se demostró una recaída en 45% al suspender el tratamiento. En la actualidad, si bien, los corticoides sistémicos no parecen tener un papel primordial  en el tratamiento crónico de la esofagitis eosinofílica, debido a los considerables efectos adversos, especialmente en niños, sí parecen tener un papel importante en el tratamiento agudo de procesos, en que es necesario lograr una remisión rápida de la inflamación esofágica, como la esofagitis eosinofílica con disfagia, riesgo de perforación esofágica, pérdida de peso importante o fracaso de otras terapias.
En diversos estudios se ha demostrado la efectividad, tanto en niños como en adultos, de los corticoides tópicos. Con tasas de respuesta sintomática e histológica de 50%-100% en un periodo de máximo de 4 meses. La duración de tratamiento estándar es de 6-8 semanas. Sin embargo no se ha evaluado su eficacia como tratamiento crónico. 
Hasta el momento no se han desarrollado corticoides específicos para la administración esofágica, utilizándose corticoides inhalados sin aerocámara, que se deben tragar, no aspirar, y para los que se recomienda no comer ni beber alimentos durante media hora post administración. La dosis recomendada de fluticasona es de 440-880 mcg/día en niños y 880-1760 mcg/día en adultos, dividido en 2-4 dosis. En general, con los esteroides tópicos mejoran tanto los síntomas como los hallazgos histológicos; sin embargo, una vez suspendidos son frecuentes las recaídas. Los resultados en tratamiento crónico han sido similares con la fluticasona 220 µg (un puff) 2 veces al día que con con fluticasona (440 µg (dos puff) 2 veces al día). No se ha establecido la seguridad a largo plazo de este tratamiento, pero se han descrito candidiasis esofágica y esofagitis por herpes; además, las dosis de fluticasona mayores de 440 µg al día pueden tener efectos sistémicos como cataratas y supresión adrenal.
En caso de que la fluticasona no fuese efectiva, otras alternativas son la suspensión viscosa de budesonida (preparado de budesonida mezclado con sucralosa para convertirla en una suspensión) a dosis de 6mg/12 h durante 4 a 6 semanas  o el tratamiento con corticoides sistémicos durante 2 semanas seguida de fluticasona via tópica durante 6 semanas.  
Otros fármacos 
Se han ensayado fármacos como el cromoglicato de sodio y antihistamínicos con poca eficacia clínica e histológica, como para recomendar su uso. 
La azatioprina y la 6-mercaptopurina han mostrado mejoría clínica e histológica en casos aislados de pacientes que tenían una esofagitis eosinofílica dependiente de esteroides,  pero faltan más datos que permitan recomendar este tipo de tratamiento.
También se han utilizado otros fármacos como los antagonistas de los receptores de leucotrienos. En ensayos con pocos paciente tratados con montelukast (10 mg día), se han obtenido respuestas clínicas aceptables sin efectos adversos en el seguimiento a 32 meses, pero no se ha evaluado la respuesta histológica.  Además, los síntomas clínicos del paciente recurren cuando se suspende el fármaco.
Más recientemente se están realizando estudios con terapia biológica. El mepolizumab, el omalizumab, y el infliximab están siendo estudiados pero faltan más datos que permitan recomendar este tipo de tratamiento, siendo muy pocos los pacientes tratados con estos fármacos.
Dilatación esofágica
Puede mejorar la disfagia pero no la inflamación, pudiéndose asociar, además, a complicaciones que pueden poner en riesgo la vida del paciente: desgarros profundos de la mucosa,  sangrado, perforación esofágica. Este tratamiento se recomienda solamente en pacientes con estenosis sin respuesta al tratamiento médico.
BIBLIOGRAFÍA 
  1. Abonia JP, Wen T, Stucke EM, et al. High prevalence of eosinophilic esophagitis in patients with inherited connective tissue disorders. J Allergy Clin Immunol 2013; 132:378.
  2. Aceves SS, Bastian JF, Newbury RO, Dohil R. Oral viscous budesonide: a potential new therapy for eosinophilic esophagitis in children. Am J Gastroenterol 2007; 102:2271.
  3. Aceves SS, Dohil R, Newbury RO, Bastian JF. Topical viscous budesonide suspension for treatment of eosinophilic esophagitis. J Allergy Clin Immunol 2005; 116:705.
  4. Aceves SS, Furuta GT, Spechler SJ. Integrated approach to treatment of children and adults with eosinophilic esophagitis. Gastrointest Endosc Clin N Am 2008; 18:195.
  5. Ahmad M, Soetikno RM, Ahmed A. The differential diagnosis of eosinophilic esophagitis. J Clin Gastroenterol 2000; 30:242.
  6. Alexander JA, Jung KW, Arora AS, et al. Swallowed fluticasone improves histologic but not symptomatic response of adults with eosinophilic esophagitis. Clin Gastroenterol Hepatol 2012; 10:742.
  7. Almansa C, Krishna M, Buchner AM, et al. Seasonal distribution in newly diagnosed cases of eosinophilic esophagitis in adults. Am J Gastroenterol 2009; 104:828.
  8. Arias A, González-Cervera J, Tenias JM, Lucendo AJ. Efficacy of dietary interventions for inducing histologic remission in patients with eosinophilic esophagitis: a systematic review and meta-analysis. Gastroenterology 2014; 146:1639.
  9. Arora AS, Perrault J, Smyrk TC. Topical corticosteroid treatment of dysphagia due to eosinophilic esophagitis in adults. Mayo Clin Proc 2003; 78:830.
  10. Assa'ad AH, Gupta SK, Collins MH, et al. An antibody against IL-5 reduces numbers of esophageal intraepithelial eosinophils in children with eosinophilic esophagitis. Gastroenterology 2011; 141:1593.
  11. Attwood SE, Lewis CJ, Bronder CS, et al. Eosinophilic oesophagitis: a novel treatment using Montelukast. Gut 2003; 52:181.
  12. Bhattacharya B, Carlsten J, Sabo E, et al. Increased expression of eotaxin-3 distinguishes between eosinophilic esophagitis and gastroesophageal reflux disease. Hum Pathol 2007; 38:1744.
  13. Bhutani MS, Moparty B, Chaya CT, et al. Endoscopic ultrasound-guided fine-needle aspiration of enlarged mediastinal lymph nodes in eosinophilic esophagitis. Endoscopy 2007; 39 Suppl 1:E82.
  14. Bohm M, Richter JE, Kelsen S, Thomas R. Esophageal dilation: simple and effective treatment for adults with eosinophilic esophagitis and esophageal rings and narrowing. Dis Esophagus 2010; 23:377.
  15. Chehade M, Sampson HA. Epidemiology and etiology of eosinophilic esophagitis. Gastrointest Endosc Clin N Am 2008; 18:33.
  16. Cheng E, Zhang X, Huo X, et al. Omeprazole blocks eotaxin-3 expression by oesophageal squamous cells from patients with eosinophilic oesophagitis and GORD. Gut 2013; 62:824.
  17. Cumming RG, Mitchell P, Leeder SR. Use of inhaled corticosteroids and the risk of cataracts. N Engl J Med 1997; 337:8.
  18. Daikh BE, Ryan CK, Schwartz RH. Montelukast reduces peripheral blood eosinophilia but not tissue eosinophilia or symptoms in a patient with eosinophilic gastroenteritis and esophageal stricture. Ann Allergy Asthma Immunol 2003; 90:23.
  19. Dalby K, Nielsen RG, Kruse-Andersen S, et al. Gastroesophageal reflux disease and eosinophilic esophagitis in infants and children. A study of esophageal pH, multiple intraluminal impedance and endoscopic ultrasound. Scand J Gastroenterol 2010; 45:1029.
  20. Dellon ES, Aderoju A, Woosley JT, et al. Variability in diagnostic criteria for eosinophilic esophagitis: a systematic review. Am J Gastroenterol 2007; 102:2300.
  21. Dellon ES, Chen X, Miller CR, et al. Diagnostic utility of major basic protein, eotaxin-3, and leukotriene enzyme staining in eosinophilic esophagitis. Am J Gastroenterol 2012; 107:1503.
  22. Dellon ES, Gibbs WB, Fritchie KJ, et al. Clinical, endoscopic, and histologic findings distinguish eosinophilic esophagitis from gastroesophageal reflux disease. Clin Gastroenterol Hepatol 2009; 7:1305.
  23. Dellon ES, Gonsalves N, Hirano I, et al. ACG clinical guideline: Evidenced based approach to the diagnosis and management of esophageal eosinophilia and eosinophilic esophagitis (EoE). Am J Gastroenterol 2013; 108:679.
  24. Dellon ES, Jensen ET, Martin CF, et al. Prevalence of eosinophilic esophagitis in the United States. Clin Gastroenterol Hepatol 2014; 12:589.
  25. Dellon ES, Rusin S, Gebhart JH, et al. A Clinical Prediction Tool Identifies Cases of Eosinophilic Esophagitis Without Endoscopic Biopsy: A Prospective Study. Am J Gastroenterol 2015; 110:1347.
  26. Dellon ES, Sheikh A, Speck O, et al. Viscous topical is more effective than nebulized steroid therapy for patients with eosinophilic esophagitis. Gastroenterology 2012; 143:321.
  27. Dellon ES, Speck O, Woodward K, et al. Markers of eosinophilic inflammation for diagnosis of eosinophilic esophagitis and proton pump inhibitor-responsive esophageal eosinophilia: a prospective study. Clin Gastroenterol Hepatol 2014; 12:2015.
  28. Dellon ES. Diagnosis and management of eosinophilic esophagitis. Clin Gastroenterol Hepatol 2012; 10:1066.
  29. Dohil R, Newbury R, Fox L, et al. Oral viscous budesonide is effective in children with eosinophilic esophagitis in a randomized, placebo-controlled trial. Gastroenterology 2010; 139:418.
  30. Dubecz A, Mentrikoski M, Peters JH. Eosinophilic esophagitis with severe GERD. Am J Gastroenterol 2009; 104:527.
  31. Erwin EA, James HR, Gutekunst HM, et al. Serum IgE measurement and detection of food allergy in pediatric patients with eosinophilic esophagitis. Ann Allergy Asthma Immunol 2010; 104:496.
  32. Faubion WA Jr, Perrault J, Burgart LJ, et al. Treatment of eosinophilic esophagitis with inhaled corticosteroids. J Pediatr Gastroenterol Nutr 1998; 27:90.
  33. Furuta GT, Kagalwalla AF, Lee JJ, et al. The oesophageal string test: a novel, minimally invasive method measures mucosal inflammation in eosinophilic oesophagitis. Gut 2013; 62:1395.
  34. Furuta GT, Katzka DA. Eosinophilic Esophagitis. N Engl J Med 2015; 373:1640.
  35. Furuta GT, Liacouras CA, Collins MH, et al. Eosinophilic esophagitis in children and adults: a systematic review and consensus recommendations for diagnosis and treatment. Gastroenterology 2007; 133:1342.
  36. García-Compeán D, González González JA, Marrufo García CA, et al. Prevalence of eosinophilic esophagitis in patients with refractory gastroesophageal reflux disease symptoms: A prospective study. Dig Liver Dis 2011; 43:204.
  37. Gonsalves N, Yang GY, Doerfler B, et al. Elimination diet effectively treats eosinophilic esophagitis in adults; food reintroduction identifies causative factors. Gastroenterology 2012; 142:1451.
  38. Helou EF, Simonson J, Arora AS. 3-yr-follow-up of topical corticosteroid treatment for eosinophilic esophagitis in adults. Am J Gastroenterol 2008; 103:2194.
  39. Hirano I. Dilation in eosinophilic esophagitis: to do or not to do? Gastrointest Endosc 2010; 71:713.
  40. Hurrell JM, Genta RM, Dellon ES. Prevalence of esophageal eosinophilia varies by climate zone in the United States. Am J Gastroenterol 2012; 107:698.
  41. Jacobs JW Jr, Spechler SJ. A systematic review of the risk of perforation during esophageal dilation for patients with eosinophilic esophagitis. Dig Dis Sci 2010; 55:1512.
  42. Kanakala V, Lamb CA, Haigh C, et al. The diagnosis of primary eosinophilic oesophagitis in adults: missed or misinterpreted? Eur J Gastroenterol Hepatol 2010; 22:848.
  43. Karnam U, Hirano I. Effectiveness of oral budesonide suspension in adult patients with eosinophilic esophagitis (abstract). Gastroenterology 2008; 134 (Suppl):A289.
  44. Katzka DA. Eosinophilic esophagitis and proton pump-responsive esophageal eosinophilia: what is in a name? Clin Gastroenterol Hepatol 2014; 12:2023.
  45. Kidambi T, Toto E, Ho N, et al. Temporal trends in the relative prevalence of dysphagia etiologies from 1999-2009. World J Gastroenterol 2012; 18:4335.
  46. Kim HP, Vance RB, Shaheen NJ, Dellon ES. The prevalence and diagnostic utility of endoscopic features of eosinophilic esophagitis: a meta-analysis. Clin Gastroenterol Hepatol 2012; 10:988.
  47. Klinnert MD. Psychological impact of eosinophilic esophagitis on children and families. Immunol Allergy Clin North Am 2009; 29:99.
  48. Langdon DE. Fluticasone in eosinophilic corrugated ringed esophagus. Am J Gastroenterol 2001; 96:926.
  49. Lee JJ, Fried AJ, Hait E, et al. Topical inhaled ciclesonide for treatment of eosinophilic esophagitis. J Allergy Clin Immunol 2012; 130:1011; author reply 1011.
  50. Liacouras CA, Furuta GT, Hirano I, et al. Eosinophilic esophagitis: updated consensus recommendations for children and adults. J Allergy Clin Immunol 2011; 128:3.
  51. Liacouras CA, Spergel JM, Ruchelli E, et al. Eosinophilic esophagitis: a 10-year experience in 381 children. Clin Gastroenterol Hepatol 2005; 3:1198.
  52. Lieberman JA, Morotti RA, Konstantinou GN, et al. Dietary therapy can reverse esophageal subepithelial fibrosis in patients with eosinophilic esophagitis: a historical cohort. Allergy 2012; 67:1299.
  53. Losurdo J, Bruninga K, Dobozi B. Idiopathic eosinophilic esophagitis: A new cause of "feline" esophagus (abstract). Gastroenterology 1999; 116:A239.
  54. Lucendo AJ, De Rezende L. Endoscopic dilation in eosinophilic esophagitis: a treatment strategy associated with a high risk of perforation. Endoscopy 2007; 39:376; author reply 377.
  55. MacCarty RL, Talley NJ. Barium studies in diffuse eosinophilic gastroenteritis. Gastrointest Radiol 1990; 15:183.
  56. Menard-Katcher P, Marks KL, Liacouras CA, et al. The natural history of eosinophilic oesophagitis in the transition from childhood to adulthood. Aliment Pharmacol Ther 2013; 37:114.
  57. Miller SM, Goldstein JL, Gerson LB. Cost-effectiveness model of endoscopic biopsy for eosinophilic esophagitis in patients with refractory GERD. Am J Gastroenterol 2011; 106:1439.
  58. Moawad FJ, Cheatham JG, DeZee KJ. Meta-analysis: the safety and efficacy of dilation in eosinophilic oesophagitis. Aliment Pharmacol Ther 2013; 38:713.
  59. Moawad FJ, Veerappan GR, Lake JM, et al. Correlation between eosinophilic oesophagitis and aeroallergens. Aliment Pharmacol Ther 2010; 31:509.
  60. Molina-Infante J, Ferrando-Lamana L, Ripoll C, et al. Esophageal eosinophilic infiltration responds to proton pump inhibition in most adults. Clin Gastroenterol Hepatol 2011; 9:110.
  61. Molina-Infante J, Rodriguez-Sanchez J, Martinek J, et al. Long-Term Loss of Response in Proton Pump Inhibitor-Responsive Esophageal Eosinophilia Is Uncommon and Influenced by CYP2C19 Genotype and Rhinoconjunctivitis. Am J Gastroenterol 2015; 110:1567.
  62. Nantes O, Jiménez FJ, Zozaya JM, Vila JJ. Increased risk of esophageal perforation in eosinophilic esophagitis. Endoscopy 2009; 41 Suppl 2:E177.
  63. Netzer P, Gschossmann JM, Straumann A, et al. Corticosteroid-dependent eosinophilic oesophagitis: azathioprine and 6-mercaptopurine can induce and maintain long-term remission. Eur J Gastroenterol Hepatol 2007; 19:865.
  64. Ngo P, Furuta GT, Antonioli DA, Fox VL. Eosinophils in the esophagus--peptic or allergic eosinophilic esophagitis? Case series of three patients with esophageal eosinophilia. Am J Gastroenterol 2006; 101:1666.
  65. Noel RJ, Putnam PE, Collins MH, et al. Clinical and immunopathologic effects of swallowed fluticasone for eosinophilic esophagitis. Clin Gastroenterol Hepatol 2004; 2:568.
  66. Noel RJ, Putnam PE, Rothenberg ME. Eosinophilic esophagitis. N Engl J Med 2004; 351:940.
  67. Padia R, Curtin K, Peterson K, et al. Eosinophilic esophagitis strongly linked to chronic rhinosinusitis. Laryngoscope 2016; 126:1279.
  68. Papadopoulou A, Koletzko S, Heuschkel R, et al. Management guidelines of eosinophilic esophagitis in childhood. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2014; 58:107.
  69. Parfitt JR, Gregor JC, Suskin NG, et al. Eosinophilic esophagitis in adults: distinguishing features from gastroesophageal reflux disease: a study of 41 patients. Mod Pathol 2006; 19:90.
  70. Pasha SF, DiBaise JK, Kim HJ, et al. Patient characteristics, clinical, endoscopic, and histologic findings in adult eosinophilic esophagitis: a case series and systematic review of the medical literature. Dis Esophagus 2007; 20:311.
  71. Peterson KA, Byrne KR, Vinson LA, et al. Elemental diet induces histologic response in adult eosinophilic esophagitis. Am J Gastroenterol 2013; 108:759.
  72. Peterson KA, Thomas KL, Hilden K, et al. Comparison of esomeprazole to aerosolized, swallowed fluticasone for eosinophilic esophagitis. Dig Dis Sci 2010; 55:1313.
  73. Prasad GA, Alexander JA, Schleck CD, et al. Epidemiology of eosinophilic esophagitis over three decades in Olmsted County, Minnesota. Clin Gastroenterol Hepatol 2009; 7:1055.
  74. Protheroe C, Woodruff SA, de Petris G, et al. A novel histologic scoring system to evaluate mucosal biopsies from patients with eosinophilic esophagitis. Clin Gastroenterol Hepatol 2009; 7:749.
  75. Remedios M, Campbell C, Jones DM, Kerlin P. Eosinophilic esophagitis in adults: clinical, endoscopic, histologic findings, and response to treatment with fluticasone propionate. Gastrointest Endosc 2006; 63:3.
  76. Rocha R, Vitor AB, Trindade E, et al. Omalizumab in the treatment of eosinophilic esophagitis and food allergy. Eur J Pediatr 2011; 170:1471.
  77. Rodrigues M, D'Amico MF, Patiño FR, et al. Clinical manifestations, treatment, and outcomes of children and adolescents with eosinophilic esophagitis. J Pediatr (Rio J) 2013; 89:197.
  78. Rothenberg ME. Biology and treatment of eosinophilic esophagitis. Gastroenterology 2009; 137:1238.
  79. Sá CC, Kishi HS, Silva-Werneck AL, et al. Eosinophilic esophagitis in patients with typical gastroesophageal reflux disease symptoms refractory to proton pump inhibitor. Clinics (Sao Paulo) 2011; 66:557.
  80. Sayej WN, Patel R, Baker RD, et al. Treatment with high-dose proton pump inhibitors helps distinguish eosinophilic esophagitis from noneosinophilic esophagitis. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2009; 49:393.
  81. Schaefer ET, Fitzgerald JF, Molleston JP, et al. Comparison of oral prednisone and topical fluticasone in the treatment of eosinophilic esophagitis: a randomized trial in children. Clin Gastroenterol Hepatol 2008; 6:165.
  82. Schoepfer AM, Gonsalves N, Bussmann C, et al. Esophageal dilation in eosinophilic esophagitis: effectiveness, safety, and impact on the underlying inflammation. Am J Gastroenterol 2010; 105:1062.
  83. Schoepfer AM, Straumann A, Panczak R, et al. Development and validation of a symptom-based activity index for adults with eosinophilic esophagitis. Gastroenterology 2014; 147:1255.
  84. Schroeder S, Capocelli KE, Masterson JC, et al. Effect of proton pump inhibitor on esophageal eosinophilia. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2013; 56:166.
  85. Schroeder S, Fleischer DM, Masterson JC, et al. Successful treatment of eosinophilic esophagitis with ciclesonide. J Allergy Clin Immunol 2012; 129:1419.
  86. Sgouros SN, Bergele C, Mantides A. Eosinophilic esophagitis in adults: a systematic review. Eur J Gastroenterol Hepatol 2006; 18:211.
  87. Sgouros SN, Bergele C, Mantides A. Schatzki's rings are not associated with eosinophilic esophagitis. Gastrointest Endosc 2006; 63:535.
  88. Shah A, Kagalwalla AF, Gonsalves N, et al. Histopathologic variability in children with eosinophilic esophagitis. Am J Gastroenterol 2009; 104:716.
  89. Shiflett DW, Gilliam JH, Wu WC, et al. Multiple esophageal webs. Gastroenterology 1979; 77:556.
  90. Shim LS, Grehan M. Education and Imaging. Gastrointestinal: oesophageal perforation during endoscopy for food impaction in eosinophilic oesophagitis. J Gastroenterol Hepatol 2010; 25:428.
  91. Siafakas CG, Ryan CK, Brown MR, Miller TL. Multiple esophageal rings: an association with eosinophilic esophagitis: case report and review of the literature. Am J Gastroenterol 2000; 95:1572.
  92. Soon IS, Butzner JD, Kaplan GG, deBruyn JC. Incidence and prevalence of eosinophilic esophagitis in children. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2013; 57:72.
  93. Spechler SJ, Genta RM, Souza RF. Thoughts on the complex relationship between gastroesophageal reflux disease and eosinophilic esophagitis. Am J Gastroenterol 2007; 102:1301.
  94. Spergel JM, Book WM, Mays E, et al. Variation in prevalence, diagnostic criteria, and initial management options for eosinophilic gastrointestinal diseases in the United States. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2011; 52:300.
  95. Spergel JM, Rothenberg ME, Collins MH, et al. Reslizumab in children and adolescents with eosinophilic esophagitis: results of a double-blind, randomized, placebo-controlled trial. J Allergy Clin Immunol 2012; 129:456.
  96. Sperry SL, Crockett SD, Miller CB, et al. Esophageal foreign-body impactions: epidemiology, time trends, and the impact of the increasing prevalence of eosinophilic esophagitis. Gastrointest Endosc 2011; 74:985.
  97. Stein ML, Collins MH, Villanueva JM, et al. Anti-IL-5 (mepolizumab) therapy for eosinophilic esophagitis. J Allergy Clin Immunol 2006; 118:1312.
  98. Stewart MJ, Shaffer E, Urbanski SJ, et al. The association between celiac disease and eosinophilic esophagitis in children and adults. BMC Gastroenterol 2013; 13:96.
  99. Straumann A, Bussmann C, Conus S, et al. Anti-TNF-alpha (infliximab) therapy for severe adult eosinophilic esophagitis. J Allergy Clin Immunol 2008; 122:425.
  100. Straumann A, Bussmann C, Zuber M, et al. Eosinophilic esophagitis: analysis of food impaction and perforation in 251 adolescent and adult patients. Clin Gastroenterol Hepatol 2008; 6:598.
  101. Straumann A, Conus S, Degen L, et al. Budesonide is effective in adolescent and adult patients with active eosinophilic esophagitis. Gastroenterology 2010; 139:1526.
  102. Straumann A, Conus S, Degen L, et al. Long-term budesonide maintenance treatment is partially effective for patients with eosinophilic esophagitis. Clin Gastroenterol Hepatol 2011; 9:400.
  103. Straumann A, Conus S, Grzonka P, et al. Anti-interleukin-5 antibody treatment (mepolizumab) in active eosinophilic oesophagitis: a randomised, placebo-controlled, double-blind trial. Gut 2010; 59:21.
  104. Straumann A, Hoesli S, Bussmann Ch, et al. Anti-eosinophil activity and clinical efficacy of the CRTH2 antagonist OC000459 in eosinophilic esophagitis. Allergy 2013; 68:375.
  105. Straumann A, Simon HU. Eosinophilic esophagitis: escalating epidemiology? J Allergy Clin Immunol 2005; 115:418.
  106. Straumann A, Spichtin HP, Grize L, et al. Natural history of primary eosinophilic esophagitis: a follow-up of 30 adult patients for up to 11.5 years. Gastroenterology 2003; 125:1660.
  107. Teitelbaum JE, Fox VL, Twarog FJ, et al. Eosinophilic esophagitis in children: immunopathological analysis and response to fluticasone propionate. Gastroenterology 2002; 122:1216.
  108. Wolf WA, Cotton CC, Green DJ, et al. Predictors of response to steroid therapy for eosinophilic esophagitis and treatment of steroid-refractory patients. Clin Gastroenterol Hepatol 2015; 13:452.
  109. Wolf WA, Jerath MR, Sperry SL, et al. Dietary elimination therapy is an effective option for adults with eosinophilic esophagitis. Clin Gastroenterol Hepatol 2014; 12:1272.
  110. Zhang X, Cheng E, Huo X, et al. Omeprazole blocks STAT6 binding to the eotaxin-3 promoter in eosinophilic esophagitis cells. PLoS One 2012; 7:e50037.
  111. Zimmermann D, Criblez DH, Dellon ES, et al. Acute Herpes Simplex Viral Esophagitis Occurring in 5 Immunocompetent Individuals With Eosinophilic Esophagitis. ACG Case Rep J 2016; 3:165.