De ángeles caídos al silencio.
De esos que cierran los ventanales y
clavan en los manteles de sobremesa
el río de las luces que estallan a lo lejos...
Deambulan las esquinas del retorno,
del errar en las retóricas podridas de antaño...
Invocan lo ido para siempre...:
Triste oficio de cercanías...
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(...) Tomó barro y se adentró en la hoya, buscando el sitio donde bebía el arcoiris...; la espuma y el polvo de agua lo sofocaban, pero sentía una alegría salvaje... Sin comprender por qué le dio forma de marco al barro y lo elevó sobre su cabeza...: delgados hilos de húmeda luz cruzaron el marco en haces perfectos...; los acarició con los dedos y entonces se hizo un silencio total, pudo ser por un instante o por un milenio;... (...)
(Poema, y Fragmento de la Short Story: "El arpa de barro." Autor: Víctor José Guindo Singh.)