Espacios “libres” de niños

Por Miguel @MiguelJaraBlog

Que la sociedad no está hecha para los niños es evidente. Para muestra un botón: Primeros restaurantes libres de ‘niños’ en Bilbao. Pero si no está hecha para niños ¿para quién está hecha la sociedad? porque todos hemos pasado por el estadio de niño. Como argumenta mi amiga Patricia, que ha escrito una entrada en su blog al respecto, tendemos  a echar la culpa de todo a los otros sólo que en este caso además los otros no tiene capacidad de defenderse o de responder por ellos mismos. Ni siquiera creo que entiendan en muchos casos que pueden estar molestando.

De esta información me llama la atención dos cosas:

-Quien regenta el restaurante es mujer ¿madre tal vez?

-Que se prohíbe entrar a los niños incluso acompañados de adultos lo que quiere decir o que en definitiva la dueña no le gustan los niños, sin más o que no se fía de ningún progenitor ¿tendría madre o al menos padre esta persona?

La decisión de la empresaria es el legal en nombre del derecho de admisión pero de todos modos no merece la pena ponerse a discutir sobre ello, te buscas un bar en el que no esté permitido que entren los dueños de locales que prohíban la entrada a menores aún acompañados de adultos y ya está.

Lo que no quería pasar por alto son los comentarios a esta noticia del diario Público -me llama la atención haberla leído en un diario “progre”-. Creo que es la primera vez que comento comentarios pero es que rezuman odio a la infancia o eso he sentido yo. Por supuesto que no es agradable cenar rodeado del jaleo propio de los niños. Quizá tenga que ver la educación cada vez más “militarizada” que se les da: poca o nula lactancia materna, alimentación con tóxicos, jornadas extensas en la guardería, poco contacto con sus progenitores, crianza sin apego, etc. No olvidemos nunca que los niños de hoy son los adultos ¿responsables? de mañana.

Me quedo con uno de los comentarios -”censurado”, por cierto, por los lectores-, aunque lo del boicot no lo asumo por lo que escribía antes:

Dentro de poco, tendremos que ir a bares y restaurantes con el DNI en la boca, certificado de penales, libro de familia, carnet de familia numerosa, y permiso de la suegra para poder tomarte una caña. Me parece vergonzoso y discriminatorio que haya empresas como esta que traten con ese desprecio a sus hipotéticos clientes. Lo más fácil: boicot. Punto.