España, en la ratonera afgana

Publicado el 26 agosto 2010 por Joaquim

Lo sucedido ayer en la base militar española de Qala-i-Naw, en Afganistán, abre un montón de interrogantes no tanto sobre los hechos, que globalmente parecen bastante claros a pesar de los esfuerzos de nuestras instancias oficiales y la mayoría de medios de comunicación por disfrazarlos, sino sobre su significado y sobre todo sobre el futuro que anticipan para la "misión española" en Afganistán.
A primera hora de la mañana oí en Radio 5 cómo una periodista "free lance" narraba en trazos generales para esa emisora desde Afganistán el suceso acaecido: al parecer, un miembro de la policía afgana había abierto fuego contra guardias civiles españoles en la base de Qala-i-Naw mientras se impartía un curso de formación para policías afganos, resultando muertos dos guardias civiles, un intérprete español de origen iraní y el presunto agresor. Inmediatamente se había producido una manifestación popular, en la que cientos de afganos (miles, según Xornal de Galicia y otras fuentes), habitantes de la población próxima a la base, lanzaron piedras y gritaron contra la presencia de tropas extranjeras. La reportera "free lance" aportaba dos datos muy interesantes: en la zona no hay en absoluto actividad de los talibanes -de hecho, por eso permanece allí esa base española, en tiempos dedicada a la "reconstrucción" y ahora un centro de entrenamiento e "inteligencia", explicaba, precisamente "por ser una zona segura"-; el segundo dato es que los comerciantes de la ciudad habían protestado reiteradamente contra la manera vertiginosa en que circulan los blindados españoles por sus calles. El clima en la localidad era pues de tensión mucho antes de producirse el incidente armado.
En el informativo de mediodía de TVE de ayer se aportaron nuevos y clarificadores aspectos de la noticia, que desmentían llamativamente la versión oficial que, penosamente, se iba construyendo poco a poco, a saber: que el chófer de un oficial afgano, al parecer un "talibán infiltrado", había disparado contra los españoles en lo que constituía un acto terrorista premeditado organizado, del que formaba parte el que un grupo de manifestantes intentara asaltar la base española. Ocurre que en el mismo espacio se aportaron imágenes (sin citar origen) que mostraban a manifestantes civiles afganos de todas las edades gritando y lanzando piedras, en una acción que a ojos vista tenía de todo menos de coordinada y constituía más bien una demostración de cólera popular desbordada. Paralelamente se informaba de que según la agencia Reuters, se habían producido disparos desde el interior de la base contra los civiles indefensos, e inmediatamente se mostraban imágenes de personas heridas atendidas en un hospital cercano, al tiempo que se cifraba en 18 el número de heridos de bala.
Según la OTAN, "la causa del tiroteo (sic) no está clara". Otras fuentes hablan de que hubo una disputa entre el policía afgano y los españoles durante el entrenamiento. A pesar de ello, por la tarde y sobre todo por la noche de ayer las informaciones oficialistas llegaron al puro disparate intoxicativo. Según algún tertuliano "experto en terrorismo" que asomó la jeta por televisión, el atacante era con "toda seguridad" un talibán y esta circunstancia era conocida por sus familiares y vecinos ¡y por policías y militares españoles y afganos!, que sin embargo le permitían el acceso regular a la base en tanto que chófer civil de un cargo policial afgano (y probable soplón a sueldo de varios amos, cabría pensar). Más tarde, en la tertulia nocturna de Cuatro, David Beriain, director del impactante reportaje emitido en 2009 por esa cadena "Afganistán: Españoles en la ratonera" y persona con contactos directos en la insurgencia afgana, confirmó el hecho de que en el interior de la base se habían producido disparos con el resultado conocido de varios muertos, si bien no estaba claro quién había comenzado el tiroteo y quiénes habían participado en él. Confirmó asimismo que a poco de oír los disparos, se desató una manifestación popular que asedió a gritos y pedradas los muros de la base, al correrse la voz de en la ciudad de que los españoles estaban ejecutando a afganos; desde la base se repelió a los manifestantes con fuego real a mansalva.
Para Beriain, lo ocurrido desvela en toda su potencia el problema real en Afganistán: más allá de la actividad de los talibanes y del conjunto de la insurgencia, es la población afgana en su inmensa mayoría la que no soporta más la presencia de tropas ocupantes extranjeras ni el gobierno corrupto de Karzai, al que apuntalan las fuerzas de ISAF. El antifaz de que la presencia de fuerzas militares españolas en Afganistan responde al proyecto de colaborar en la "reconstrucción" del país ya no engaña más que a quien quiera ser engañado.
El incidente es gravísimo, y el Gobierno español debería dar cuenta inmediata al Congreso, tal como ha solicitado el portavoz de IU. Los ministros de Defensa e Interior deben explicar lo sucedido y enterrar la dialéctica "antiterrorista" como burka que todo lo tapa, ya que actos como éste responden muy claramente a la lógica de la resistencia armada en un país ocupado militarmente y no a una acción de terrorismo a la moda Al Qaeda. No vale la burda triquiñuela que el tosco presidente de la Junta de Extremadura proponía esta tarde desde los micrófonos de la SER: que sen den las explicaciones en la Comisión de Secretos Oficiales, para así no dar "información al enemigo"... es decir, para que los ciudadanos no nos enteremos de nada.
Pues sepa este señor que cada día hay menos gente que trague con ese espantajo del "enemigo talibán", sobre todo cuando los propios norteamericanos han comenzado a negociar con ellos (memorándum del general McCrystal al presidente Obama), tal como han hecho en Irak con buena parte de la insurgencia. Y sepa también él y quienes comparten sus simplificaciones neocons que somos cada vez más quienes reclamamos la salida de las tropas españolas de Afganistán, y ello antes de que sea demasiado tarde y tengan que salir corriendo tal como los norteamericanos hubieron de huir de Vietnam, y en cierto modo lo están haciendo de Irak.
En la fotografía, un camión quemado ayer durante los incidentes ocurridos junto a la base española de Qala-i-Naw, en Afganistán.